La Vuelta más abierta
Sin Froome, el Movistar de Nairo apunta a ser el gran dominador. Nairo llega como único líder y no esconde que se siente favorito.
Si la Vuelta 2017 fue catalogada como la de la mejor participación de los últimos tiempos, la de 2018 se agarra a otra virtud que la puede convertir en una de las ediciones más apasionantes: no hay favorito. Ya sea porque el Sky, ganador de las cuatro últimas grandes rondas (la triple corona de Froome y el Tour de Thomas), no ha presentado a sus dos jefes de filas, ya sea porque el duro Mundial de Innsbruck sirve de coartada para muchos gallos, lo cierto es que la carrera que arranca hoy con una crono individual en el centro de Málaga buscará patrón durante tres semanas de exigencia en aumento, poca crono (40 km), ocho metas en alto y fin de fiesta en Andorra al gusto del ciclismo actual: seis puertos en 97 kilómetros.
Volviendo a los candidatos, existen varias corrientes. Los hay que opositan a dominadores sin rodeos, caso del Movistar de Nairo Quintana, obligado por ser el gran equipo de casa y porque las altas expectativas en la temporada del tridente no se han cumplido a pocas fechas de que la campaña eche el telón. El colombiano, vencedor en 2016, llega como único líder tras la lesión de Landa, con escuderos de calidad como Valverde y Carapaz, pero sin intención de discutirle el bastón de mando: “Me siento cómodo con el cartel de favorito”.
En esa línea se encuentran también Simon Yates, británico al que se le escapó el Giro, que no oculta que viene “a ganar” junto a su gemelo, Adam, y otro colombiano como Rigoberto Urán, con “aspiraciones muy altas”.
Incógnitas. En contraposición a los que no ocultan su ambición, aparece el ciclista más laureado y dorsal 1 tras ser segundo el año pasado, un Vincenzo Nibali recuperado de su caída en el Tour pero con la mente en el Mundial, que descarga responsabilidades en Ion Izagirre. O un Richie Porte tocado por una gastroenteritis que se toma a broma lo de ser referente en las apuestas (ayer ya no lo era en favor de Yates). La carretera dirá si van o no de farol.
Por último están los que directamente esconden sus cartas. Entre ellos aparece Miguel Ángel López, el Supermán colombiano (tercer corredor de este país que se cita) al que sus dos etapas y el Dorsal As a mejor joven de 2017, y su podio en el Giro de este año, le cargan de responsabilidad. También a Fabio Aru. “En España siempre rindo”, apunta el italiano, que conquistó la Vuelta 2015.
Baraja de aspirantes en la que se echa en falta más españoles (la sombra de Contador es alargada) y estrellas del Sky. David de la Cruz, catalán al que la escuadra británica ha confiado galones, soporta (y asume) esa presión. Tanto él, como otras posibles alternativas de la talla de Kruijswijk, Pinot, Zakarin, Kelderman o Mollema, no descartan nada. Son conscientes de que todo puede pasar en la Vuelta más abierta.