NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

VUELTA A ESPAÑA 2017

Varias caídas, un atropello... y triunfo de Mohoric en Cuenca

El esloveno, campeón del mundo juvenil y sub-23, remató la fuga con un ataque en el Alto del Castillo. Una moto tiró a Reis (Caja Rural)
Mundial de ciclismo 2018: prueba en línea

Actualizado a
Matej Mohoric, del equipo UAE, celebra su victoria en Cuenca.
Matej Mohoric, del equipo UAE, celebra su victoria en Cuenca.AFP
ASTV

Matej Mohoric cruzó vencedor la meta de Cuenca. Igual que hizo en Valkenburg cuando se proclamó campeón mundial juvenil en 2012, o un año después cuando logró el mismo oro en Florencia ya en categoría sub-23. El esloveno todavía está en esa edad, cumplirá 23 años el 19 de octubre, pero como tiene tanta clase y es un alumno aventajado, ya ha podido inscribir su nombre en una grande, la Vuelta a España, con un efectivo ataque en el Alto del Castillo. Pawel Poljanski acabó segundo por segundo día consecutivo. Y José Joaquín Rojas, tercero. El Movistar tiró otra vez al poste. El grupo principal llegó muy roto, pero con los favoritos integrados. Las batallas quedaron aplazadas para el Xorret de Catí (sábado) y la Cumbre del Sol (domingo).

Una de las expresiones que más detestan los ciclistas es la de “etapa de transición”, muchas veces utilizada para describir aquellas jornadas intermedias entre los combates de montaña. La detestan porque en días como esos suelen toparse con vientos endemoniados, carreteras deterioradas o glorietas traicioneras. Hay etapas de calma, claro, pero un pelotón no sabe con qué puede encontrarse a la vuelta de una curva. O incluso antes del kilómetro cero.

Este viernes era uno de esos presuntos días tranquilos, apropiado para la formación de una escapada, que efectivamente se hizo con 14 corredores. El Alto del Castillo de Cuenca, a 12 kilómetros de la meta, brotaba en el perfil como el punto caliente para el desenlace de la etapa o para un tanteo entre gallos. O para ambas cosas. No se esperaba mucho más, pero no hay transiciones en el ciclismo. Ya en la neutralizada (¿puede haber un momento más sosegado que la neutralizada?) hubo dos caídas que mandaron a casa a Van Genechten, ganador el año pasado en Puebla de Sanabria, y al coche médico a Rui Costa.

Rui Costa es atendido por el servicio médico de la Vuelta a España después de su caída en neutralizada.
Ampliar
Rui Costa es atendido por el servicio médico de la Vuelta a España después de su caída en neutralizada.JESÚS RUBIO

Las caídas no distinguen unas etapas de otras. Ni tampoco separa a peones de reyes. Hay ciclistas de dulce que tienen que hacer las maletas por un mal accidente. Fue el caso del eritreo Merhawi Kudus, segundo en la primera llegada en alto de la Vuelta, en la Ermita de Santa Lucía, que se vio involucrado en una caída a 93 kilómetros del final. Su tobillo sangraba demasiado y el doctor optó por enviarle al hospital. También abandonó Lawrence Warbasse, el campeón de Estados Unidos.

Ya por la mañana, Carlos Betancur no había tomado la salida, como había anunciado el día anterior. Tiene un tobillo roto y múltiples cortes en la cara, lo que no le impidió acabar la etapa en Sagunto. Están hechos de otra pasta, ya saben. El colombiano, quinto en el Giro de 2013 y ganador de la París-Niza en 2014, había visto frenada su progresión por su mal estado físico. O, más bien, por su abandono físico. Fuera de peso, en los últimos años exhibía más una imagen de exciclista que de profesional. Por fin había salido de ese pozo, por fin se veía otra vez con los grandes, en un descenso con Contador y con Froome. Y justo ahí se cayó.

Los accidentados marcaron el trayecto a Cuenca, aderezado con amagos de abanicos. Nada de dormirse. La subida no defraudó. Belleza y gentío. Mohoric fue el más fuerte. De repente, un fugado rodó por el suelo: Reis. Una moto del jurado le adelantó muy cerca, el portugués cambió de dirección y chocaron. Otra moto. Un problema que afecta demasiadas veces al ciclismo, no es exclusividad de la Vuelta. En plena fuga, Reis había visitado al médico para pedir un protector solar. Contra las motos no se encuentra ningún antídotoNo hubo ni castigo. Los jueces decidieron no sancionarse a sí mismos.