Caída de Alberto Contador en vísperas de La Camperona

La Vuelta a España 2016 en directo: etapa 10

¡Vaya añito que lleva Alberto Contador! ¡Y vaya añazo se está marcando Alejandro Valverde! Es la cruz y la cara de los dos principales referentes del ciclismo español. El madrileño, que ya abandonó el Tour de Francia por otro accidente, sufrió una caída en la última curva antes de encarar la meta, en pleno lanzamiento del sprint, y se ha “reventado el costado izquierdo”, en palabras del propio corredor. El murciano, que disputa su tercera grande de la temporada, entró tercero en Puebla de Sanabria, atrapó 4 segundos de bonificación y se coloca a 24” del maillot rojo, Darwin Atapuma y 8" por delante de Chris Froome en vísperas de La Camperona.

El final de la etapa estaba situado en ligera pendiente. La carrera ya estaba lanzada, con un Luis León imperial que afrontaba el último kilómetro con Simon Clarke a rueda. El Tinkoff tiraba del pelotón para meter delante a Contador, para evitar inoportunos cortes. Una vez puestos en faena, el madrileño animó a su compañero Bennati: “Haz la volata”. Bennati ha sido un gran velocista, reconvertido ahora en hombre de equipo. Se clasificó segundo, detrás del belga Van Genechten. Ahí, en territorio de sprinters, más acostumbrados a estos temerarios contactos, Van der Sande tocó con el hombro a Contador y le hizo rodar por los suelos. Tras él se formó una montonera que incluyó a Samuel Sánchez. Al cruzar la meta, el de Pinto se quejó de fuertes dolores, aún en caliente. Mal síntoma en la previa del tríptico integrado por La Camperona, el Naranco y los Lagos.

Ese fue el remate a una última hora trepidante de carrera, que se animó gracias al Astana, que aceleró el ritmo en las cercanías del último puerto: Padornelo (7 km al 3,2%). Ahí se desvelaron las intenciones del equipo kazajo, con un ataque al unísono de Luis León Sánchez y Darío Cataldo. Junto a ellos se fueron Brambilla, Clarke y Maté, que ya había estado en una fuga anterior. Luisle había sido cuarto en Lugo, segundo en Luintra… Su forma es excepcional y volvió a probar. En los últimos kilómetros dio un recital, con un pulso al pelotón y con Clarke a rueda, que a duras penas podía seguirle. Su iniciativa feneció en el tramo final, allá donde vuelan los velocistas, allá donde Contador volvió a caerse.

Hasta ese momento del Astana, la etapa era ideal para una buena siesta, a un ritmo de 37,1 km/h en las tres primeras horas. Una jornada de tregua para todos los soldados menos para los heridos de guerra. Hubo varios abandonos, entre ellos uno de prestigio: Kwiatkowski, gregario de Froome y maillot rojo en la segunda etapa, se bajó por problemas de espalda. También se marchó a casa un sprinter: Bonifazio. Visitaron al médico Battaglin, Farrar… Pero quien sufrió un calvario fue Igor Antón, que el día anterior ya había perdido 23 minutos por unos problemas estomacales. En esta jornada de teórica transición, el vizcaíno no aguantó el ritmo. Omar Fraile le prestó su rueda, su compañía y sus palabras de ánimo. Fraile lucía el dorsal rojo como el más combativo del jueves. Combativo también en la solidaridad con sus compañeros. Antón ya no es el Antón de antaño, pero esta carrera la había preparado con ilusión.

La retirada de Taaramae, ganador en La Farrapona en 2011, fue otra historia. Con la que está cayendo por problemas de seguridad, la información inicial facilitada por el equipo Katusha en las redes sociales hizo saltar todas las alarmas: “Mala suerte para Rein Taaramae. Golpeado por el coche de un director de equipo en carrera. Bicicleta rota. Rein ha abandonado. Él está OK”. La sombra de los bolardos sobrevoló por la Vuelta, aunque esta vez la organización parece fuera de toda responsabilidad.