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BROOKLYN NETS

Kyrie Irving, en la cuerda floja

Los Nets son cada vez más pesimistas. Creen que el base no se vacunará y, según Wojnarowski, podrían dejar de contar con él para no tenerlo como jugador a tiempo parcial.

Kyrie Irving, en la cuerda floja
JARED C. TILTONAFP

Adrian Wojnarowski ha lanzado una de sus bombas, una noticia que puede suponer un punto de inflexión en la nueva campaña de la NBA, un curso que está ya en plena pretemporada con la proa apuntando a un arranque oficial, el 19 de octubre, cada vez más cercano. Según Woj, la situación con Kyrie Irving se está torciendo de forma definitiva en los Nets. El base sigue rechazando ponerse la vacuna contra la COVID y el equipo ha pasado del optimismo a un pesimismo que le puede conducir a tomar “decisiones duras” con respecto a una de sus súper estrellas. La posibilidad de que sea apartado completamente del equipo para toda la temporada (a menos que se vacune) está sobre la mesa.

Es, desde luego, un asunto de tremendo calado. Los Nets son favoritísimos para ganar el anillo. Cuentan con un big three de talento inacabable: Kevin Durant, James Harden y Kyrie Irving. Y un acompañamiento lujoso: LaMarcus Aldridge, Blake Griffin, Paul Millsap, Joe Harris, Bruce Brown, Patty Mills, James Johnson… Si están todos y la salud acompaña, hay pocos que crean que el título no se irá a la Gran Manzana, al menos que no hay ningún equipo con más argumentos sobre el papel para llevárselo. Solo hace falta que acompañen la química (con tres estrellas que ya han tenido cuestiones al respecto durante sus carreras) y la salud, un tema delicado y que ya dio al traste con las opciones de los Nets en los últimos playoffs.

En este panorama se ha colado el asunto de la vacuna, que se había ido templando en la Liga. Primero se pasó de un 90% de vacunado (cuando abrieron los training camp) a un 95%. Después uno de los cabecillas de la rebelión contra la vacunación, Andrew Wiggins, aceptó por fin vacunarse, aunque no perdió ocasión de mandar otro de sus mensajes nada edificantes después de hacerlo. En Brooklyn, mientras, crecía el optimismo con Kyrie, siempre un jugador y un tipo diferente (para lo bueno y para lo malo), del que se pensaba que acabaría vacunado, en gran parte por influencia de Kevin Durant. Los Nets apoyaron al base públicamente y optaron por rodearlo de la mejor información posible. El resto, creían, llegaría por inercia.

En San Francisco (sede de los Warriors) y Nueva York (Knicks y Nets) las normas de pandemia son especialmente estrictas: no se puede acceder a recintos públicos cerrados ni participar en eventos en interiores si no se está vacunado. Se necesita al menos una dosis en Nueva York y la pauta completa en San Francisco. Eso hace que los jugadores de esas tres franquicias que no hayan recibido la vacuna no podrán estar en las actividades de sus equipos como locales: ni partidos (amistosos, 41 en regular season, los que pudiera haber en playoffs) ni entrenamientos.

Según Wojnarowski, el optimismo de los Nets se está desvaneciendo. Kyrie sigue rechazando la vacuna, ya no ha ninguna claridad sobre sus intenciones y se acerca el momento en el que la franquicia cree que tendrá que decidir si rompe completamente con su empeño en salvar al base para esta temporada u opta por acomodarlo como jugador a tiempo parcial, solo para partidos y sesiones fuera de Nueva York. Una situación extrañísima que no provocará cambios a la carta: el entrenador, Steve Nash, dejó ayer claro que no buscarán un lugar de entrenamiento fuera de los límites de Nueva York para que Kyrie pueda participar.

La tozudez de Kyrie hace que en la franquicia empiecen a darse cuenta de que tendrá que decidir y, siempre según Woj, pueden llegar “decisiones duras”. Los Nets sienten que también serían favoritos para el título sin Kyrie y con Durant y Harden como estandartes. Perderían a un talento increíble en pista, es cierto, pero ganarían una tranquilidad que ahora mismo no tienen, sacudidos por esta crisis de las vacunas que se les ha echado encima. La NBA optó, a diferencia de lo que decidió para trabajadores de otros rangos en la organización, por no hacer obligatoria la vacunación entre los jugadores.

A los Nets, que están entrenando sin Kyrie, les quedan dos amistosos en su pista, en el Barclays Center, este viernes y el próximo jueves, y después arrancan las temporada regular con dos partidos a domicilio. Su estreno en como local en regular season llegará el día 24. Y el test a Kyrie no se hará esperar: en la segunda semana de competición comienza un tramo de seis partidos seguidos en el Barclays, que acogerá 20 de los 26 que jugará el equipo entre noviembre y diciembre.

Para Kyrie, las consecuencias económicas pueden ser tremendas. El base, de 29 años, tiene contrato esta temporada por valor de algo más de 35 millones de dólares. Tiene una player option de 36,6 para la próxima, 2022-23 y los Nets querían negociar ya una extensión para asegurar su continuidad. Esta, que ahora quedará obviamente en suspenso, podría ser de 187 millones por cuatro temporadas. Por cada partido que se pierda en Brooklyn por no estar vacunado, dejará de cobrar 381.181 dólares. Eso implica (son cuentas del periodista Bobby Marks) 762.000 por los dos que restan de pretemporada y 15,6 millones si no juega ninguno en regular season. A eso hay que sumar otros 762.000 por los dos que tendría que jugar en el Madison, con los Knicks como locales, y 413.000 en bonus. Y todo eso sin contar playoffs. Así que entre lo económico y lo deportivo, en Brooklyn creían que las aguas acabarían volviendo a su cauce. Pero ahora, con el asunto además aireándose otra vez en público, las dudas se multiplican y el favorito al título no sabe si podrá contar con uno de los mayores talentos anotadores de la historia de la NBA. Así de grave es el tema.