NBA

¿La suspensión de los Juegos de Tokio sería buena para la NBA?

Las autoridades nipones consideran que la cita olímpica de este verano no se realizará por la pandemia. La Liga podría beneficiarse de esa situación.

Alonzo Adams

La NBA tuvo el parón más corto de la historia de las grandes ligas de Estados Unidos entre temporadas. Pasaron tan solo 71 días desde las Finales entre Los Angeles Lakers y los Miami Heat al inicio del nuevo curso 2020-21 el 22 de diciembre. Fue duro para los jugadores que acudieron a la burbuja de Walt Disney en Orlando (Florida). Aún más para los que disputaron los playoffs por el título. Por no hablar para los de California y Florida. Pero el dinero manda: arrancar tres días antes de Navidad permitía salvar entre 500 y 1.000 millones de dólares, cifras importantes en un escenario sin público en las gradas, lo que representa una caída de ingresos para las franquicias del 40%, unos 8.000 millones.

Se decidió la fecha de inicio... y también el límite para bajar el telón. El 22 de julio era el último día que habría NBA. Sin más vuelta de hoja con el arranca de los Juegos de Tokio fijado para un día después, el 23. No se puede competir en audiencias con la cita olímpica. Bueno, más bien las televisiones no quieren enfrentarse a la mayor cita deportiva del planeta. Y la Liga norteamericana menos, sobre todo, vista la caída de espectadores durante la burbuja veraniega.

La decisión de cerrar el campeonato antes de Tokio permite a los jugadores acudir con sus selecciones. Y tener a Estados Unidos presente: 15 medallas de oro, las seis últimas seguidas. El gran gigante del baloncesto mundial. Es el torneo que más emociona a los jugadores estadounidenses. El Mundial es algo terciario para ellos. Algunos de los internacionales llegarían muy justos, sin casi descanso cuanto más avancen sus equipos en los playoffs, pero es un precio demasiado pequeño a pagar en un entorno muy complejo por la pandemia, para hacer aún más malabares con fechas y partidos si se desea que todo salga medianamente bien.

Suspensión de los Juegos de Tokio

Todo esas ideas preconcebidas parecen haberse ido al traste en un abrir y cerrar de ojos si se confirma la noticia de 'The Times': las autoridades nipones asumen en privado que los Juegos no podrán celebrarse por el coronavirus. De nuevo la enfermedad como alfa y omega de la vida. Estos se trasladarían a 2032. París 2024 y Los Ángeles 2028 serían las siguientes olimpiadas con un vacío de ocho años entre Río 2016 y la cita francesa. Las últimas veces que se suspendieron unos Juegos fueron por las dos Guerras Mundiales: Berlín 1916 (la Primera), Helsinki 1940 y Londres 1944 (la Segunda).

La mala noticia, sin embargo, puede beneficiar a la NBA. También al resto de competiciones, asfixiadas en un calendario repleto de suspensiones derivadas del virus. La Liga norteamericana ya suma 20 partidos cancelados, 19 de ellos en la última semana y media, con Washington Wizards y Memphis Grizzlies como los equipos más afectados: 6 y 5 encuentros consecutivos. Y parece no haber fin a pesar del aumento de las medidas de seguridad por parte de la NBA y respaldadas por el sindicato de jugadores. Estos encuentros se tratan de reprogramar en un calendario que ya vio reducido su número de partidos en 72 (10 menos que en una temporada normal) y de viajes (un 25% menos de lo habitual), pero aumentado sus backs to backs (dos partidos en noches seguidas) de 12 de media el curso pasado a 14 en este. Tampoco habrá All Star Game.

Opciones para la NBA

Ahora, sin una fecha marcada a fuego para terminar, la NBA tiene la posibilidad de replantarse su calendario. Estirar su final hasta finales de julio. O, incluso, tomar agosto para aliviar la presión a la que se verán sometidos los jugadores, que ven cada día como se comprimen las fechas. Las televisiones también podrían beneficiarse: sin Juegos, alargar el baloncesto no sería mala idea, principalmente porque coincidiría con el mejor tramo de la temporada, los playoffs por el título...

Esos son en teoría los beneficios, aunque algunos están en entredicho: la campaña pasada demostró que enlazar verano y otoño no dio buenos números en audiencias. Estos cayeron drásticamente en unos meses que se solaparon con las vacaciones (el consumo televisivo siempre cae en el periodo veraniego) y con el comienzo de la NFL, el gran deporte dentro de los Estados Unidos. Además, los jugadores pueden no estar muy contentos de ver, un año más, acortar su tiempo de descanso y encontrarse una situación identica a la del año pasado: poco tiempo entre temporadas. Pros y contras. Veremos.