Hay acuerdo: la NBA arranca el 22-D con 72 partidos por equipo
Los jugadores aprueban un plan que salva el baloncesto en los Juegos. El cap se mantendrá estable, se reducirán los viajes y la Liga cree que podrá salvar así hasta 1.000 millones.
Los jugadores han votado y ya hay plan oficial para la temporada 2020-21 de la NBA, que finalmente arrancará el 22 de diciembre y tendrá una Regular Season de 72 partidos por franquicia, diez menos de los 82 habituales. La votación de los representantes del sindicato de jugadores (NBPA), con su directora ejecutiva Michele Roberts al frente, ha terminado de allanar una situación que parecía camino de enquistarse hace solo unos días: buena parte de los jugadores veía con malos ojos la opción del 22-D y prefería un inicio el 18 de enero, festividad de Martin Luther King. Las Finales entre Lakers y Heat acabaron el 11 de octubre, así que el parón entre partidos oficiales será de poco más de dos meses cuando normalmente es de más de cuatro.
Todavía se tienen que negociar todos los detalles de esta hoja de ruta, pero este es el plan que los jugadores han acabado considerando “inevitable” por mucho que perjudique a los que compitieron hasta las finales de Conferencia y tendrán por ello muy poco descanso (Lakers, Heat, Celtics y Nuggets): el 18 de noviembre, esta fecha ya era fija, se celebra el draft. La idea es que la agencia libre, el mercado de fichajes, abra lo antes posible después de ese día. El 1 de diciembre arrancarán los training camps y empezará oficialmente la pretemporada. Y el 22 volverán los partidos, lo que salva la señaladísima jornada de Navidad.
En principio, las Finales no acabarán más tarde del 22 de julio, para nada una fecha casual: el 23 comienzan los Juegos de Tokio, por lo que se evitará así que ambos eventos coincidan. No habrá guerra de audiencias y los jugadores podrán acudir a la cita olímpica con sus selecciones. El único problema lo tendrán aquellos que lleguen lejos en playoffs y apenas tengan tiempo de descanso y preparación. Pero parece un asunto menor ya que cualquier opción de arrancar más adelante obligaba a pensar en unos Juegos sin jugadores NBA. Un desastre. Más detalles de lo que podría ser la nueva temporada: cada franquicia jugará tres o cuatro amistosos de pretemporada, tendrá catorce back to back (dos partidos en dos noches consecutivas) y se ahorrará un 25% de los viajes habituales en una temporada convencional. Está por ver cómo se reajusta ese nuevo calendario con diez partidos menos por equipo y la necesidad de cubrir menos distancias y reducir el movimiento de los jugadores. El All Star Weekend, también a falta de confirmación oficial, parará la temporada seis días en marzo. Los Regular Season acabaría en torno al 16 de mayo, con el inicio de los playoffs fijado en principio para el día 22.
Todavía se negocian los protocolos de seguridad y las normas relacionadas con la COVID-19. El comisionado Adam Silver, de hecho, no descarta que los pabellones abran desde el inicio de la temporada con una capacidad de entre un 25 y un 50% de público, lo que cree que permitiría mantener una estricta seguridad y mejorar unos beneficios que seguirán siendo profundamente golpeados: la presencia de público en los pabellones supone el 40% (entradas, restauración, merchandising…) de los ingresos de la NBA, unos 8.000 millones de dólares anuales antes de la crisis del coronavirus. En la pasada temporada, que paró el 11 de marzo y se reanudó en formato burbuja, en Walt Disney y a partir del 30 de julio, se acumuló una bajada estimada en más de 1.500 millones. El inicio del 22 de diciembre permitirá salvar, con respecto a lo que hubiera sido un arranque ya entrado enero, entre 500 y 1.000 millones. La televisión quería salvar a toda costa la jornada de Navidad y contar con el mayor número posible de partidos. No solo los imperios (Disney con ESPN y ABC y Turner con TNT) que tienen los derechos a nivel nacional. Los acuerdos locales que cada franquicia tiene con medios de su territorio exigen por contrato la disputa de unos 65-70 partidos. Así que el programa de 72 evita conflictos en esa trascendental vía de ingresos.
Una vez asumido que el plan iba a ser inamovible, los jugadores han usado el calendario para presionar en el reparto de daños provocados por la pandemia. Todavía no se sabe oficialmente nada del salary cap, el margen de las franquicias para invertir en salarios y una cifra vinculada directamente con los ingresos que genera la Liga. Pero todo apunta a que se evitarán caídas dramáticas con acuerdos que lo sostengan en torno a los actuales 109 millones de dólares. Un asunto crucial para el inminente mercado de fichajes. Por otro lado, los jugadores también han conseguido que el porcentaje de sus salarios que la NBA retiene para compensar la bajada de ingresos no sea tan alto como se llegó a sugerir. Se quedará, en principio, en torno 17-18% las dos próximas temporadas después de que se hubiera hablado de hasta un 30-40%. El objetivo es que después se vuelva al 10% convencional del mismo modo que antes, para la temporada 2021-22, la NBA regresará a su marco de calendario habitual, octubre-junio. El experimento de jugar los playoffs en verano y coincidir en su fase decisiva con el inicio de la todopoderosa NFL no arrojó precisamente buenas noticias en cuanto a audiencias televisivas.