LIGA ALEMANA | ENTREVISTA

Stefan Peno: "La pulsera que te localiza puede evitar un parón"

El base serbio, excanterano del Barça, ha vuelto a jugar tras 16 meses lesionado en la fase final de la Bundesliga. "Hay ping-pong, golf y si el balón sale, lo limpian o lo cambian".

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Stefan Peno, base del Alba Berlín.
Kevin Voigt Euroleague Basketball via Getty

Stefan Peno nació en Belgrado en 1997, de padre serbio y madre de la Guayana británica, y creció en las categorías inferiores del OKK Belgrado. En 2012 dio el salto a la cantera del Barcelona (“Soy de Can Barça”, dice). Cinco temporadas hasta que en 2017 desembarca en el Alba Berlín con Aíto. El 2 de febrero de 2019 sufre una grave lesión de rodilla, una luxación de la rótula con afectación del menisco, y no vuelve a jugar hasta el pasado domingo, después de 16 meses, en la fase final de la Bundesliga.

La alemana ha sido la primera gran Liga del mundo en volver, lo hizo el pasado sábado día 6. Diez equipos en un hotel de Múnich, los partidos en el Audi Dome sin público, estricto protocolo y 23 días para decidir el 28 de junio un campeón después de eliminatorias de cuartos, semifinales y final a doble partido. ¿Cómo va todo?

Al principio nos preparamos para lo peor, cada uno se trajo lo que pudo: la consola, juegos, libros… pero, al final, entre los entrenamientos, los partidos que disputas, los que ves por la tele en cinco o seis televisores muy grandes que nos han puesto y el descanso, apenas queda tiempo. En el hotel, igual que sucederá con la ACB en Valencia, disponemos de una gran sala recreativa, con juegos de todo tipo, incluso con ping-pong y golf. Es divertido y coincidimos jugadores de los diez equipos.

¿Da tiempo a hacer nuevos amigos?

Sí, hay muchos balcánicos a los que me había enfrentado, aunque nunca habíamos podido hablar con tranquilidad. Ahora te tomas un café y los conoces mejor, me gusta.

Y salen del hotel, ¿no?

Sí, en grupos de tres, pero solo para dar una vuelta o para correr, nada de tiendas, bares… En el hotel estamos solo los equipos, los árbitros, los propios empleados que se quedan a dormir, y unas seis personas de la Liga.

¿Cómo es el resto del protocolo sanitario?

Con muchos test, muy controlado. Por ejemplo, si el balón salía más de dos metros de la pista, solían limpiarlo. Pero como al hacerlo resbalaba, ahora muchas veces directamente lo cambian. Jugar sin público se hace raro, se escucha todo, que quizá no sea negativo, y te falta la tensión de los grandes partidos, sentirte arropado.

¿Y lleva la pulsera localizadora?

Sí, hacemos el esfuerzo porque puede ser muy útil. Si sales del hotel, no la necesitas, la dejas para que se cargue. Está pensada para el peor escenario, por si hay un positivo. En ese caso sabrían si has estado ese día o los anteriores con la persona afectada y si te has acercado más allá de la distancia de seguridad. Puede evitar una cuarentena e incluso que la competición se pare.

¿Había muchos jugadores que no querían jugar?

Sí y lo entiendo, de hecho, bastantes extranjeros no quisieron volver de sus países. Y había incluso más miedo a las lesiones, porque ha faltado tiempo para prepararse. Pero ahora que ha empezado veo a todo el mundo muy motivado, no pensamos en otra cosa que en jugar. La sensación es de control y tenemos contacto solo con gente que ha pasado los test. De momento, no se está haciendo tan duro.

¿El regreso del fútbol fue clave?

Sí, dependíamos de ellos. Si volvía el fútbol, al 98% nosotros también. Así que cuando empezó a jugarse, ya sabíamos que después nos tocaría a nosotros, la gente estaba más preparada y menos sorprendida cuando se anunció el retorno.

Igual que pasa con la ACB, hay expectación por la Liga alemana mientras la NBA les mira con atención.

Sí, leí el otro día que uno de los equipos había batido su récord de audiencia. Nos siguen y no solo en Alemania, eso es bueno. ¿La NBA? Hace bien en volver, tiene más recursos y tiempo para hacerlo aún mejor y más seguro.

"Aíto es un profesor de baloncesto. Es fascinante que con 73 años no se haya cansado de enseñar"

Esta es su tercera temporada en Alemania, todo iba bien hasta…

Hasta que me lesioné el 2 febrero de 2019, me disloqué la rótula y me dañé el menisco. Me encontraba muy bien, con un gran ambiente en el equipo fuera de la pista, y empezaba a conocer la cultura y la ciudad de Berlín. He estado 16 meses hasta que he vuelto a jugar, una recuperación larga y con mucho dolor. Cuando estaba casi a punto llegó el parón por el coronavirus, que me ha permitido ganar tiempo y prepararme aún mejor. Estoy listo. Volví el pasado domingo (el Alba tiene este domingo, una semana después, su tercer partido). Un caso extremo regresar así, pero que no hubiera público me ayudó a quitarle trascendencia, parecía más un amistoso. Luego, una vez en la pista, vas al 100% y no te fijas en la grada. En este tiempo he aprendido a conocer mi cuerpo perfectamente. Sé lo que le viene bien a mi rodilla en cada momento, aunque muchas veces ni me acuerdo y me siento perfecto.

¿Qué le dice Aíto? ¿Cómo es tenerlo de entrenador?

Está contento de que pueda ayudar al equipo y me transmite confianza. Es un técnico diferente, le gusta trabajar con los jugadores jóvenes, con los que quieren aprender, y siempre te descubre cosas. Es un profesor de baloncesto. Es fascinante que con la edad que tiene (73 años) y después de tanto tiempo al primer nivel no se haya cansado de enseñar. Eso le hace especial. Su decisión de irse a Alemania fue valiente, seguro que le hacía ilusión cambiar de país e intentar algo nuevo. Lo veo con ganas, pero no a menudo, sino cada día… es lo más increíble que he visto. Al grupo le habla en inglés, y a mí, a Sikma y a Eriksson nos habla a veces en español.

En el Alba coincide con varios ex de la ACB, ¿hablan mucho de España? ¿Le gustaría volver al Barça?

Sí, hablamos de la Liga, de los excompañeros, de cómo lo hacen… aunque no solo de España. Yo sigo mucho la ACB y, en especial, al Barça. Soy Can Barça. Para mí fue un sueño jugar en el primer equipo, vivir en esa ciudad… pero ahora solo pienso en el Alba, en la salud y en hacerlo lo mejor posible. Acabo contrato y me gustaría seguir en Berlín con mis compañeros, participar en la Euroliga, que este año no he podido.

El Bayern tiene las bajas de Dedovic y Monroe, ¿una buena oportunidad para que el Alba gane su primera Liga desde 2008?

Siguen teniendo un equipazo y el Ulm de Jaka Lakovic están jugando a un nivel increíble. No hay un solo favorito y es difícil adelantar algo con este desenlace tan extraño. Las sensaciones diarias serán importantes.

Es serbio y creció allí y luego ha pasado por España y Alemania, ¿alguna vez ha sentido el racismo?

No, en Serbia no lo he sentido en mi piel, ni tampoco cuando estuve en Barcelona, ni en Alemania ahora. Pero para el que lo sufre es algo horrible, hay que erradicarlo.