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Houston no quiso el big three total: Olajuwon-Michael Jordan-Drexler

Ahora parece un sueño pero pudo ser muy real: los Rockets pudieron tener a Drexler y los dos primeros picks del draft de 1984 para hacerse con Olajuwon y Michael Jordan.

Houston no quiso el big three total: Olajuwon-Michael Jordan-Drexler
Andrew D. BernsteinDIARIO AS

Resulta sorprendente, al menos con perspectiva histórica (y eso siempre es un poco ventajista), el poco interés que tenían los Blazers en hacerse con Michael Jordan. La historia básica es bien conocida: nadie dudaba de que Hakeem (entonces todavía Akeem) sería número 1 del legendario draft de 1984. Los Rockets, que elegían primero, iban a escoger al tremendo pívot, que había jugado, además, en la Universidad de Houston. Incluso viendo lo que después fue Jordan, nadie les ha culpado nunca: era una decisión obvia y Olajuwon se confirmó en Texas como uno de los mejores pívots de la historia. Y ganó dos anillos (1994, 1995) con un MVP de Regular Season y dos de Finales en el tramo de la primera y extraña de retirada de Jordan, entre sus dos threepeats.

Pero con el 2, es historia negra de la NBA, los Blazers eligieron a Sam Bowie, el prometedor pívot de Kentucky que quedó después lastrado por las lesiones y marcado por la elección de los Bulls justo detrás de él, con el número 3: Michael Jordan, el elástico anotador de North Carolina que se acabó convirtiendo en, para muchos, el mejor jugador de la historia. A Bowie, mientras, los problemas en las tibias le impidieron tener una carrera destacable. No fue all star y en 1989 dejó Oregón para jugar en los Nets después de promediar 10,5 puntos en los Blazers.

Bobby Knight, que había dirigido a Michael Jordan en los Juegos Olímpicos de 1984 y con el que no había tenido una relación precisamente de cuento de hadas, se había enamorado del escolta, hasta el punto de que veía con incredulidad como Stu Inman, general manager de los Blazers, proclamaba que no elegirían a Jordan en ningún caso porque querían un pívot.Pues pon a Jordan a jugar de pívot”, le dijo el propio Knight. Los Rockets sí tenían al escolta el segundo en su lista, así que sí le habrían escogido de no tener el número 1 que valía Kareem. Pero los Blazers no contaban con ello: en su orden de preferencias estaba Olajuwon y luego Bowie. Un año antes, en 1983, habían elegido con el número 14 a Clyde Drexler, el también mítico escolta (10 veces all star, integrante del Dream Team) que perdió dos Finales con los Blazers (1990 y la de 1992 contra Jordan) y acabó siendo campeón en 1995 en Houston, junto a un Olajuwon con el que había jugado también allí en sus años de universidad.

Jordan, ya se sabe, ganó seis anillos (1991-93 y 1996-98). Así que entre 1990 (Pistons) y 1999 (Spurs) todos los títulos y los MVP de las Finales fueron para Jordan (seis) y Olajuwon (2). Pero... ¿y si hubieran llegado a la NBA juntos? La posibilidad, que ahora asusta, estuvo sobre la mesa y fue muy real. No solo eso, sino que a ambos se habría unido Clyde Drexler en lo que hubiera sido la madre de todos los big three. Lo curioso, también con perspectiva, es que fue Houston Rockets quien rechazó esta opción que vino, una vez más, porque no había manera de que los Trail Blazers se interesaran en draftear a Michael Jordan.

Antes del draft, los Sixers, los Sonics y los Mavericks trataron de hacerse con el pick 3 y llevarse a Jordan. Ya sabían que, salvo sorpresa, Olajuwon sería 1 y Bowie 2. Los Sonics hicieron una oferta centrada en Jack Sikma, los Mavericks ofrecían como pieza principal a Mark Aguirre y los Sixers se movieron mucho y tentaron a los Bulls primero con el mítico Julius Erving (tenía ya 34 años) y después con el base all star Andrew Toney y su pick 5 de ese mismo draft, el que acabó dándoles a Charles Barkley. Los Bulls rechazaron todas las propuestas porque ya habían decidido apostar por Michael Jordan (no se arrepintieron) pero se pudieron quedar sin él si hubieran fructificado las negociaciones entre los dos que estaban delante en el draft, Rockets y Blazers. Estos últimos, que querían un pívot, soñaban con Ralph Sampson, que luego formó las torres gemelas con Olajuwon en Houston. Así que ofrecieron al equipo texano su pick del draft (el número 2) y a Clyde Drexler. Los Rockets se lo pensaron, le dieron vueltas... y dijeron que no. Era la opción de tener a Clyde Drexler y los números 1 y 2 de un draft que les habría dado a Olajuwon y Jordan. Prefieron quedarse con Sampson y montar una pareja interior con Hakeem que, eso es cierto, prometía ser imparable.

Con perspectiva parece un error histórico, pero conviene no ser demasiado duro con los Rockets. No todos veían en Jordan mucho más que un simple (aunque eléctrico) anotador y Drexler no había brillado como rookie (7,7 puntos de media) antes de despegar a partir de, precisamente, su segunda temporada (17,2, 6 rebotes y 5,5 asistencias). Y, claro, Ralph Sampson (que jugó en Málaga en 1992), era una de las joyas de la corona NBA. Un 2,24 que había sido número 1 del draft en 1983 (uno de los más deseados de su generación cuando dio el salto) y con el que era legítimo soñar con formar un tándem indestructible bajo los aros junto a Olajuwon. Acababa de ser Rookie del Año y all star (lo fue en sus cuatro primeras temporadas) y había promediado, con 23 años, 21 puntos, 11,1 rebotes y 2,4 tapones. Los Rockets pensaban de forma legítima, tal y como contó después Olajuwon, que el espigado pívot era una opción de más potencial real que la suma de un pick 2 y un bisoño Drexler.

Los Rockets de las torres gemelas, de hecho, perdieron las Finales de 1986 tras eliminar en la final del Oeste a los Lakers (4-1) y ante una versión extraordinaria de los Celtics (el histórico equipo 1985-86 de los verdes). En esa campaña Olajuwon promedió 23,5 puntos, 11,5 rebotes y 3,4 tapones y Sampson 18,9, 11,1 y 1,6. Una pareja temible. Pero, claro, hay pocos que habría pasado si... más tentadores que imaginar a un equipo dominando la NBA con Drexler y Jordan en las alas y Olajuwon en la pintura. Ahora parece un sueño, pero estuvo cerca de ser real.

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