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NBA | THE LAST DANCE

'Jordan Adidas': la intervención de su madre que cambió el negocio de las zapatillas para siempre

Ni Converse ni Adidas, esta última la favorita de Jordan, apostaron por el jugador en 1984. Nike se lo dio todo, pero fue su madre la que propició el acuerdo.

SLC25D:SPORT-NBA:SALT LAKE CITY,15JUN98 - Chicago Bulls Michael Jordan kisses his mother Doris as he walks back to the dressing room after the Bulls defeated the Utah Jazz 87-86 to win the NBA championship June 14. Jordan won his 6th title and was named the MVP for the series.       gmh/Photo by Mike Blake REUTERS
MIKE BLAKEREUTERS

Las zapatillas de Michael Jordan de Nike son las más vendidas del planeta. Su propia marca dentro de la compañía, Jordan Brand, ganó el año pasado unos 3.000 millones de dólares y el jugador, que en toda su carrera en salarios no llegó a los 90 millones, ahora tiene una fortuna superior a los 2.000. Todo gracias al acuerdo al que llegó con la firma americana en 1984, cuando llegó a la NBA. Entonces Nike le pagó 250.000 dólares dólares al año durante cinco años, mucho más de lo que había recibido ningún otro jugador de baloncesto, además de una parte de las ganancias. Pero dicho acuerdo bien pudo no llegar a producirse, ya que el jugador en ningún momento tuvo en cuenta a Nike como opción.

En aquel entonces, mediados de los 80, Converse era la marca grande en la NBA. Tenían a Magic, a Bird, a Julius Erving, a Isiah Thomas... El joven Jordan quería estar ahí, pero no quería hacerlo como un recién llegado, sino como un gigante más, algo a lo que la empresa de zapatillas no estaba dispuesta. "Me dijeron que ya tenían muchos grandes jugadores y que no me podían poner por encima de ellos o a su altura", cuenta Jordan en The Last Dance. Con Converse fuera de la ecuación, el deseo de Jordan era firmar por Adidas, pero la compañía alemana no estaba en su mejor momento. "Adidas era muy disfuncional por aquel entonces. Simplemente me dijeron que, aunque les encantaba Jordan, no podían trabajar en unas zapatillas para él en aquel momento", explica el agente del jugador, David Falk. Otro apunte que en este caso no aparece en el documental, pero que siempre se ha esgrimido como motivo para que no firmase con Adidas, es que la empresa alemana no quiso darle una parte de los beneficios, como sí que haría posteriormente Nike.

Su madre entra en acción

En ese momento parecía no haber más opciones que firmar con Nike, pero Jordan no quería ni reunirse con ellos. "Quería que Michael fuese con Nike porque estaban creciendo en aquel momento, pero ni siquiera fui capaz de subirle en el avión para ir a reunirse con ellos. Así que tuve que llamar a sus padres", confirma Falk. Lo cierto es que en la década de los 80 las deportivas de Nike estaban consideradas como zapatillas de pista, para corredores, pero en ningún caso tenían fama como herramienta para jugar al baloncesto.

Tras la llamada de su agente, Deloris Jordan, madre del jugador, hizo su aparición estelar: "Mi madre me dijo, 'vas a ir y los vas a escuchar. Puede que no te guste, pero vas a ir a escuchar lo que tienen que decirte'. Ella fue la que hizo que me montase en el avión", asegura Jordan. Una vez allí, Falk impuso en la negociación que el jugador debía tener su propia línea de zapatillas con su nombre, algo sin precedentes y que aún hoy no es habitual ver. Pero su agente tenía claro lo que quería hacer: "En nuestra empresa llevábamos a varios clientes que eran tenistas de perfil muy alto como Jimmy Connors, Stan Smith y Arthur Ashe. Este último tenía sus propias zapatillas y su propia raqueta. La estrategia era tratar a Jordan más como un golfista, un boxeador o un tenista, como si él solo fuese un equipo. Y el primer paso para ello eran las zapatillas".

Cuando le ofrecieron todo eso a Jordan le cambió por completo la concepción del asunto: "Entrar en aquella reunión sin querer estar allí y ver cómo te lanzan esa propuesta... Mi padre me dijo que tenía que ser un necio para no aceptar algo así. Era el mejor trato posible". A la vista de los resultados económicos es más que seguro que ni el jugador ni la compañía se arrepienten de haber firmado aquel acuerdo. Ni siquiera hizo falta esperar mucho tiempo para confirmar la buena marcha del negocio. "Nike esperaba que al final del cuarto año hubiesen ganado 3 millones de dólares con las Air Jordan. Cuando acabó el primero ya habían ganado 126", recuerda Falk.