Calderón: "¿La temporada NBA? Hay que tener planes A, B, C, D..."
El extremeño habla con As desde Nueva York: "Que Kevin Durant dijera que era uno de los positivos ayudó a que la gente entendiera que se puede contagiar cualquiera".
José Manuel Calderón anunció su retirada el 4 noviembre. El base extremeño, una leyenda del baloncesto español con tres medallas olímpicas, cuatro continentales, el oro de Saitama y 14 años de carrera en la NBA, optó por instalarse con su familia en Manhattan y dar el salto a los despachos por una de las puertas más grandes de la liga: asesor especial de Michele Roberts, directora ejecutiva del NBPA, el sindicato de jugadores de la NBA.
Calderón (38 años) encontró, gracias a su excelente reputación entre todos los estamentos de la NBA, un lugar que consideró perfecto para hacer la transición entre las canchas y las salas de reuniones; que le permitiría aprender, seguir en contacto con los vestuarios y decidir qué pasos daría después sin renunciar a estar con su mujer y sus hijos mucho más de lo que le habían dejado sus años de jugador. Pero esta temporada en la Asociación de Jugadores no ha sido precisamente fácil. Comenzó con la crisis abierta con China, un problema de imagen y muchos millones de dólares, siguió con el fallecimiento de Kobe Bryant y ahora, el gran golpe, está parada (por ahora) por la crisis del coronavirus.
Desde Nueva York, el de Villanueva de la Serena charla con As y envía un mensaje de unidad, entre el optimismo y la concienciación: "Todo tiene su tiempo, por ahora hay que tener tranquilidad. No tenemos que darle vueltas a cosas que no podemos controlar a día de hoy. Tenemos que estar preparados, tener listos todos los planes posibles para ir avanzando en cuando podamos saber en qué dirección tenemos que ir. Ahora, lo primero, es ser responsables, solidarios, ayudarnos unos a otros a pasar esto. Esa es la clave porque al final estamos en esto todos juntos. Da igual quién seas, todo el mundo puede contagiarse así que sobre todo hay que tener mucha responsabilidad".
Las cosas que no se pueden controlar: el sindicato de jugadores, toda la liga, se enfrenta a un escenario nunca visto y de consecuencias todavía desconocidas, un frenazo en seco tras unos años de bonanza que habían disparado los ingresos para franquicias y jugadores. Ahora no se sabe cuándo se volverá a jugar, cómo, qué cheques están totalmente garantizados...
Los jugadores son como cualquier persona en cualquier trabajo, están preocupados por qué va a pasar, cómo se va a resolver, cómo les va a afectar... Pero por ahora hay que esperar a que esto sea pasado y ya se verá desde ahí cuando se vuelve a jugar, si todo sigue así...
Supongo que estarán apoyándose mucho en la Asociación de Jugadores en estos momentos de incertidumbre...
Es que depende de cuánto dure esta situación. Si se puede retomar en uno o dos meses quizá se podría tomar solo como eso, una parada de uno o dos meses... hay que tener mucha paciencia, por mucho que queramos darle vueltas, no sabemos qué va a pasar así que tenemos que ser conscientes y responsables. Es lo que tenemos hoy, la semana que viene igual ha cambiado... Según se tomen decisiones iremos viendo cuál es el siguiente paso e iremos avanzando.
Las noticias que llegan desde Estados Unidos no son precisamente positivas, el gran impacto del coronavirus está por llegar allí.
Aquí no estamos en el punto en el que está España. Como algunas medidas se han empezado a tomar antes, puede que hayamos ganado días. Hoy cosas que llevan ya días cerradas en Nueva York, mis hijos llevan sin colegio desde el día 10, que es el día que nosotros también cerramos la oficina... Vamos a ver, ahora están creciendo los casos.
Parece que allí ha habido también muchos errores en cuanto a previsión y ahora hay miedo a que la curva de afectados crezca a ritmo exponencial, ¿no?
El gran asunto para saber cuánto va a crecer esa curva es controlar que la gente salga de casa. En Nueva York hace más de una semana que están cerrados los restaurantes, los edificios públicos... y la gente tiene ya acceso a test gratis.
¿Sí?
Sí. Se están haciendo cosas. Vamos a ver la evolución, pero algunas cosas se han hecho antes que en otros países.
El problema de la falta de test hizo que hasta el alcalde de Nueva York criticara a los jugadores de la NBA que tuvieron acceso a ellos muy rápido cuando había un enorme déficit entre la población, incluida la gente con síntomas.
Yo creo que lo que dijo se sacó un poco de contexto, que es lo que pasa siempre con estas cosas. Al final había unos jugadores que tenían unos determinados síntomas. Y sus equipos compraron test que pagaron, no fueron a hacer colas para llevárselos gratis y quitárselos a la gente.
Porque lo que parece obvio es que en esa planificación para hacer las pruebas sí se ha llegado tarde...
Sí, es cierto que se ha llegado tarde. Pero Michele Roberts (directora ejecutiva de la Asociación de Jugadores) dejó claro que el único culpable es el gobierno, que no estaba preparado y al que le pilló el toro con los test. A partir de ahí, poco se puede hacer.
El caso es que, con esa proliferación de test en las franquicias, la NBA se encontró de repente con un problema de imagen que hizo posicionarse al comisionado Adam Silver y a Michele Roberts.
Pero es que no todo el mundo se ha hecho el test en la NBA. Hay jugadores que sí porque se habían enfrentado en los últimos días de competición a Rudy Gobert, que fue el primero que dio positivo... A otros, siguiendo protocolos, se les puso en cuarentena y no se hizo ningún test hasta que no hubo síntomas. Hay que dejar claro que no se han hecho las pruebas todos los jugadores de la NBA por serlo.
Además es que hacerlas parecía, en muchos casos, una cuestión de salud pública...
Por precaución se puso a todo el mundo en sus casas, con contacto constante con los médicos de los clubes y con test cuando había síntomas y era necesario. En realidad, las reglas son iguales para un jugador de la NBA que para el resto de las personas: quédate en casa y si hay síntomas hay que intentar hacer el test y ver qué hay que hacer a partir de ahí. Lo que pasa, y es normal, es que es más fácil que se hable de las cosas y se hagan polémicas con los jugadores de la NBA.
Son personajes públicos y muy conocidos, claro.
Desde ese punto de vista es lógico y son momentos en los que hay que tomarse todo con calma. También hay que ver lo positivo. Que un tipo como Kevin Durant diga que es uno de los positivos ayuda mucho a que la gente entienda que esto es algo que le puede pasar a cualquiera y que hay que quedarse en casa. Da igual quién seas. Es mejor quedarse con eso, no es momento de entrar en peleas con nadie.
Cuando la NBA paró tras conocerse el positivo de Rudy Gobert, imagino que fueron horas de mucha actividad y muchos nervios también para la Asociación de Jugadores...
No hubo caos porque ya había habido llamadas, ya se estaban tomando medidas, había estados en los que ya se había decretado jugar sin público... Sabíamos que existía la posibilidad de llegar a ese escenario, y teníamos claro que la temporada se paraba en cuanto hubiera un caso positivo. Así que estábamos preparados para esa noche en la se anuncia que se para, se acaban los partidos que estaban en marcha y no se juegan más. Sabíamos que ese era el plan en cuanto hubiera un positivo.
Y ahora, ¿a esperar?
Eso toca ahora, no hay fechas fijas. Los jugadores, al final, son personas. Como todo el mundo. Quieren saber qué va a suceder, qué va a pasar con sus familias, de qué tiempos hablamos, cuáles son los pasos a seguir... Les estamos aclarando qué pueden hacer, qué no... intentamos que haya unas recomendaciones y unas normas comunes para todos los jugadores. Nada especial, pero que sigan los mismos pasos. Ahora está la oficina cerrada, pero tenemos llamadas y reuniones por videoconferencia constantemente.
Me imagino que lo que quieren los jugadores es retomar la temporada en cuanto sea posible: jugar.
Sería muy positivo, aunque sea porque significaría que todo ha mejorado. Todos en la NBA queremos que esto solo sea una suspensión temporal y que se pueda retomar la temporada. Lo primero, claro, es la seguridad de todo el mundo, seguir las reglas de los gobiernos y las instituciones sanitarias.
Y todo sin ninguna fecha a la que agarrarse...
No se pueden poner, no se sabe qué va a pasar. Hay que tener todo sobre la mesa, manejar planes A, B, C y hasta D. A ver qué pasa. Nadie quiere cancelar la temporada NBA, supongo que no es lo que quiere ninguna competición. Ojalá sea solo aplazar un mes, dos... que esto pase y se vuelva a la normalidad. El tiempo dirá cómo es esa normalidad, ahora estamos, como organización, pendientes de lo que dicen los que mandan.
Otro debate que ha aparecido sobre la mesa es el del calendario, porque algunos dicen que la opción de acabar en agosto y comenzar la temporada 2020-21 puede ser algo no solo puntual sino el principio de cambios definitivos para la estructura de la liga...
Supongo que en estos tiempos se tiene que hablar de todas estas cosas, pero ahora solo podemos pensar en si se va a jugar esta temporada o no. Estamos a muchos pasos de poder considerar esto una oportunidad para probar cosas, creo. Ahora importa el corto plazo y cuando todo esto pase se podrán retomar todos los debates. Sé que eso es algo que un propietario puso sobre la mesa y sé que la gente está hablando de ello, pero nosotros no tocamos esos temas con los jugadores, desde luego no estamos en ese punto. Nos preocupan otras cosas.
Esos jugadores también están empezando a advertir de que no son máquinas y de que sus cuerpos pueden no estar en condiciones de arrancar en ritmo de máxima exigencia cuando se quiera retomar la competición. Usted que ha sido jugador profesional durante más de dos décadas, ¿cómo ve ese reto hasta ahora desconocido de mantenerse en forma sin salir de casa?
Sin plazos es muy difícil saber qué efecto va a tener. No es lo mismo que sea un mes, que sean dos, lo que ha podido hacer cada jugador a título individual... no sabemos cómo van a estar las cosas ni dentro de dos semanas. Si pasa más tiempo y todos los jugadores están metidos en sus casas, es obvio que no se puede abrir un día la competición y jugar un partido al siguiente. Habrá que ver en qué situación han estado los jugadores, los tiempos, los plazos, si ha sido igual para todos a nivel nacional o si en cada estado se han tomado medidas distintas... Habrá que tener muchas cosas en cuenta antes de que se juegue un partido. Luego igual se arranca a puerta cerrada o igual no... nuestra obligación es tener todo preparado, cada paso previsto. No podemos tener certezas, pero tenemos que estar preparados porque con cada nuevo paso cambia todo: salarios, calendario, físico..
Imagino que, como amigo más allá incluso de su cargo, ha estado en permanente contacto con los jugadores españoles en la NBA. Los de los Raptors (Marc Gasol, Serge Ibaka, también Sergio Scariolo) estuvieron en cuarentena porque se enfrentaron a Rudy Gobert días antes de que se anunciara su positivo.
Claro, desde el primer momento para ver cómo estaban ellos, sus familias, todos en sus equipos... por mi cargo en la Asociación y como amigo. Había qué ver qué necesitaba cada equipo, como era la situación en cada estado, ver si necesitaban algo, darles toda la información... ayudar en todo lo posible.