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De DeRozan y Kawhi a Siakam: Ujiri asegura el futuro de Toronto

El despido de Casey, el traspaso de DeRozan por Kawhi, la ampliación de contrato de Siakam por el máximo... los aciertos de Masai Ujiri consolidan a los Raptors.

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Pascal Siakam, durante un partido con los Toronto Raptors
Harry How AFP

El mercado de fichajes que la NBA ha vivido en verano ha sido una auténtica locura que ha desatado un terremoto tras otro, acaparado titulares y puesto fin a determinados proyectos deportivos mientras se iniciaban otros. La mayoría de movimientos se producían a principios de julio, pero para conocer el destino de otros jugadores hemos tenido que esperar más tiempo. Ha sido el caso de Kawhi Leonard, que protagonizó la historia de la temporada pasada, la de un hombre que abandona el equipo que le vio nacer (los Spurs) para recalar en una franquicia alejada de todo y de todos a la que regaló el primer y único anillo de su historia. Una hazaña al alcance de muy pocos que coronó al alero antes de que pusiera rumbo a climas más cálidos y fichara por los Clippers dando la espalda a un lugar donde, por muy mal que haya sentado su marcha, será recordado como un héroe.

Lo lógico habría sido pensar que los Raptors se hundirían ligeramente tras la marcha de Kawhi. O al menos que descenderían varios peldaños. Se va el mejor jugador actual de la Liga y se quedan en plantilla jugadores veteranos (Kyle Lowry, Marc Gasol...) que además no van a tener el mismo apetito competitivo que unos meses antes. Al fin y al cabo han conseguido el anillo, un éxito que justifica toda una dedicación al deporte y que te deja, cerca del final de tu carrera deportiva, más que satisfecho. Lo lógico habría sido pensar eso...

Nada más lejos de la realidad. Los Raptors están funcionando. No están siendo una máquina de ganar partidos, pero tampoco lo fueron el año pasado, cuando consiguieron un muy meritorio récord de 58-24, sin grandes alardes y con Kawhi descansando 22 partidos. En la presente campaña están con un récord de 9-4, imbatidos en casa y con muy buenas sensaciones ante equipos contenders como los Lakers, el mejor récord de la NBA y a los que vencieron en el Staples o a los Clippers, partido en el que tuvieron opciones hasta el último minuto

Tampoco están jugando los Raptors igual que el año pasado, cuando Leonard monopolizaba una buena parte del ataque. Tienen el pace (ritmo de juego) más alto de su historia (102,3, dos puntos más que el año pasado) y compensan el hecho de tener menos potencial ofensivo (casi 110, el rating ofensivo más bajo desde la 2013-14) con la mejor defensa de la historia: 102,9 de rating ofensivo, más de 4 puntos por debajo del logrado hace unos meses. No está mal para los de Nick Nurse, un hombre que sigue en los banquillos canadienses después de lograr el anillo en solo su primer año como primer entrenador y que está haciendo funcionar a Toronto a pesar de las bajas y dejando que sean otros los que asuman la batuta.

Uno de ellos es Paskal Siakam. Los 25,7 puntos, 8,6 rebotes y 4,2 asistencias que está promediando le dejan como el mejor jugador de su equipo y uno de los mejores de la competición en este inicio. Anota más, rebotea más y pasa mejor que el año pasado jugando 6 minutos más por partido (36,9 por los 31,9 del año pasado) y siendo la referencia ofensiva de un equipo cuyo ataque colectivo solo es interrumpido por las individualidades puntuales del alero o de Fred VanVleet, otro de los jugadores (junto a Anunoby) que ha dado un paso adelante en los nuevos Raptors. 

En Toronto están saliendo bien las cosas. Siakam no es Kawhi (obviamente), pero está ejerciendo (en mayor o menor medida) su función. VanVleet tiene más tiempo el balón que Green, pero está funcionando a la perfección (17 puntos y más de 7 asistencias por partido) y Anubony está cuajando grandes actuaciones. Lowry y Marc, esos veteranos que se encuentran ahora mismo con la sensación del deber cumplido (en especial el español, que además del anillo ganó el Mundial y ha estado un año sin parar) están con una marcha menos que hace un año, pero nadie duda que despertarán a partir de abril y que con ese quinteto cualquier equipo del Este sudará la gota gorda para ganarles en una serie a siete partidos. Una serie que preparará un genio táctico (eso está demostrando) como Nick Nurse. Que nadie se olvide de eso.

El papel de Ujiri

Las franquicias tienen un componente estructural y Masai Ujiri ha sido el encargado de construir las bases de un proyecto que vio la luz el año pasado tras muchos años de remar para morir en la orilla (o muy lejos de ella, depende de como se mire). Esto ha sido gracias al papel del directivo, que ha sabido pensar con la cabeza antes que con el corazón para tomar una serie de decisiones arriesgadas que a la larga han sido correctas: para empezar, despedir a Casey tras lograr el mejor récord del Este y de la historia de la franquicia y poner a un hombre de la casa como Nurse a los mandos; traspasar a DeRozan, una institución para los canadienses y uno de los hombres más queridos por su afición (junto a Lowry) por un misterio como Kawhi, que llegaba de estar un año pasado; y, por último, darle a Siakam una ampliación máxima del contrato rookie (130 millones en 4 años) para atar a un jugador que se tuvo que oponer al deseo de su padre, que quería meter a cura, para triunfar en la mejor Liga del mundo.

El papel de Ujiri en la franquicia es incuestionable y su capacidad para manejarlo todo y tener un plan b es digna de elogio. No en vano, esperó hasta el último momento a Kawhi e incluso hubo reuniones entre la franquicia y el jugador para que se quedara en unos días que parecieron más un culebrón televisivo que otra cosa. Pero la ampliación de Siakam ya estaba atada y el mandatario sabía que si la estrella se iba tenía otra en ciernes. Un hombre que ganó el premio a Jugador Más Mejorado la temporada pasada tras promediar 10 puntos más que en la anterior y que ahora está de nuevo subiendo en otros casi 10 tantos esa cifra. Parece difícil que alguien gane un trofeo como ese en dos ocasiones consecutivas, pero el camerunés puede empezar a mirar más alto. Por lo pronto, al All Star, que salvo lesión o sorpresa jugará seguro este año; también a los Mejores Quintetos; y quién sabe si al MVP. Si no es este curso será en el futuro. Capacidades, números e incidencia en el juego está teniendo para ello.

Lo mejor para Toronto, es que más allá de la presente campaña tienen el futuro asegurado. No por Marc (que ejerció su player option y será agente libre en verano) o Lowry (le quedan 63 millones por cobrar hasta 2021), dos veteranos que buscarán el que probablemente sea el último contrato de su carrera cuando acaben el actual. Es por Siakam, la nueva cara de la franquicia que cobrará 130 millones de dólares de aquí a 2024 por lo que los próximos años pintan bien para Toronto. los mayores problemas serán Anubony (saldrá al mercado en 2021) y ValnVleet (lo hará el próximo verano). Dos jugadores de 25 y 22 años que pueden complementarse bien (ya lo están haciendo) con el camerunés y con los que podrán construir sin dejar de ganar. 

Los Raptors están muy vivos. A pesar de la baja de Kawhi y de haber ganado el anillo, se mantienen competitivos y con hambre de triunfos. Lo más probable es que no repitan campeonato en la presente campaña (sería toda una sorpresa) pero con el nivel mostrado por Pascal Siakam parece que la franquicia canadiense tiene el futuro asegurado. Masai Ujiri se ha encargado de ello.