Davis será agente libre en 2020... pero no quiere moverse de L.A.

Rich Paul, mano derecha de LeBron James y agente de Anthony Davis, recibió el mandato del ala-pívot de sacarlo de Nueva Orleans y hacer todo lo posible para que su destino fueran los Lakers... en los que coincidirá, precisamente, con LeBron. Paul, después de unos meses muy complicados tras el sainete en el que acabaron las negociaciones del último mercado invernal, ha conseguido su objetivo: Anthony Davis jugará en los Lakers.

Pero no hará distinciones a la hora de esperar a 2020 para firmar su nuevo contrato. Davis cobrará esta próxima temporada 27 millones de dólares y tiene una player option de 28,7 para la 2020-21. Su intención siempre ha sido no ejecutarla y ser agente libre el próximo verano. Esa ha sido la clave de toda esta operación: los Pelicans no podían arriesgarse a perder a un jugador así sin recibir nada a cambio, los Celtics no querían poner toda la carne en el asador porque Rich Paul se había encargado de gritar a los cuatro vientos que Davis solo jugaría ahí un año y después cambiaría de aires casi con toda seguridad.

Eso no cambia ahora, aunque los Lakers eran el destino soñado del jugador: Chris Haynes (Yahoo) dejó claro en cuanto Adrian Wojnarowski anunció el acuerdo que Davis no ampliará ahora su vínculo con los Lakers y que saldrá al mercado el próximo verano tras jugar esta temporada en L.A. Ese riesgo, que es el que ha frenado a los Celtics y que los Lakers sufrieron cuando apostaron por Dwight Howard y este acabó en los Rockets, está minimizado en principio en este caso ya que la intención del jugador, todavía de los Pelicans, es firmar luego un nuevo contrato con los Lakers si nada se tuerce durante los próximos doce meses. Así lo confirmó el propio Wojnarowski.

Siempre las cosas pueden ir mal: Kyrie Irving dijo en octubre que seguiría en los Celtics y ahora parece tener un pie y medio fuera de Boston. Pero Davis quería expresamente ir a los Lakers y su relación con Rich Paul y el entorno de LeBron deberían facilitar su aclimatación y las relaciones en una franquicia que sería suya en el futuro: tiene 26 años y LeBron cumple 35 en diciembre.

En los Pelicans, algo que nunca se ha planteado en los últimos meses, Davis podría haber firmado un contrato de cinco años y unos 230 millones de dólares, con un 35% del salary cap de su equipo invertido en él. Una ventaja que no aprovecharon en Louisiana y que ahora heredan los Lakers, que se llevan sus bird rights y podrán ofrecerle también cinco años en 2020, en su caso con un 30% del cap, lo que ya reduce el total a unos 197 millones. Pero si cambia de equipo en la agencia libre y deja los Lakers, en su nueva franquicia solo podría firmar por cuatro años y no cinco, en el 30% del cap y con unas subidas del 5 y no el 8%: en total, unos 146 millones por cuatro años. Otro asunto que jugará a favor de los Lakers el próximo verano.