NBA | ANÁLISIS

Philadelphia Sixers: un verano clave para el Proceso

La eliminación abre periodo de reflexión en la franquicia. Los jugadores que mejor han rendido acaban contrato y los jóvenes no han estado a la altura; ¿seguirá Brett Brown?

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Philadelphia Sixers
Vaughn Ridley AFP

Un verano movidito. Es lo que les espera a los Sixers tras la eliminación en el séptimo partido de las semifinales de la Conferencia Este ante los Raptors. Un año después, el Proceso ha vuelto a caer en la misma ronda. En 2018 habían alcanzado los playoffs por primera vez desde 2012 dando el primer gran paso a un proyecto que, con mucho sufrimiento, muchos debacles, y muchos récords históricos negativos, empezaba a ver luz.

Esta vez, la temporada prometía mucho en Philadelphia. Junto con los Celtics, eran a principio de campaña uno de los equipos favoritos a ocupar el trono de un LeBron que había puesto rumbo a los Lakers para dejar una vacante que ha tenido más pretendientes de lo que se pensaba en un inicio. La irrupción de los Bucks y los Raptors en temporada regular no preocupaba a los de Brett Brown, que veían como se hacían primero con los servicios de Jimmy Butler en los primeros compases del curso, y luego con los de Tobias Harris en el mercado de fichajes de febrero. Estos jugadores conformaban junto a Embiid, Simmons y Reddick uno de los mejores quintetos, a priori, de la Liga. Los Warriors del Este.

Sin embargo, han vuelto a remar para caer en la orilla. Es verdad que pueden sacar más lecturas positivas que el año pasado, en el que cayeron en la misma ronda pero con un 4-1 ante Boston que les dejaba moralmente muy tocados. Esta vez han competido, han sacado fuerzas de flaqueza, han forzado un séptimo partido que ha tenido tintes dramáticos e históricos, y han conseguido llegar vivos al último segundo del mismo. Kawhi Leonard se encargó del resto.

Es verdad que pueden sacar lecturas más positivas. Pero también es verdad que pueden no hacerlo. Para el Proceso, este año era un todo o nada. Se la jugaban con Butler y su mala fama en los vestuarios, y con un Tobias Harris que había implosionado en los últimos tiempos. Grandes jugadores que acababan contrato en junio y que estarían en la agencia libre para el verano. Algo que también haría Redick, un soporte esencial en estas dos últimas temporadas. Eran jugadores que darían, en principio, un impulso al equipo. Pero un impulso efímero si luego acababan firmando con otra franquicia en julio.

El verano va a ser movidito, no cabe duda. Butler, que puede optar perfectamente al máximo, ha promediado 19 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias en playoffs, números que han subido ante los Raptors (22+7+6). Su buen hacer en momentos clave de la eliminatoria y la comparativa con Embiid y Simmons, que han pecado de frívolos en momentos concretos de esta fase final, han mejorado la reputación del alero. Su competitividad y su adaptación al equipo han sido mucho mejores que en los Wolves. Tiene una player option de 19,8 millones de dólares que podría ejecutar para renovar o rechazar para buscar mejores condiciones en los Sixers o en otro equipo. "Tengo que sentarme y hablarlo con mi equipo" es lo único que ha dicho el alero sobre su futuro.

Otro de los frentes abiertos es el de Harris. El ex de los Clippers tiene contrato hasta el final de la campaña y probablemente vaya a por el máximo a la agenica libre. Con 26 años, y su buen hacer en los últimos tiempos, es el momento ideal para buscarlo. Los Sixers deberán ver que les compensa más. Si darle al jugador lo que pide, o utilizar ese dinero para buscar un mejor complemento para Embiid. Tobias se ha quedado en 16+9 en playoffs, y aunque ha tenido buenos partidos, sobre todo en la primera ronda ante los Nets, no ha terminado de carburar. Es un buen jugador de equipo, pero necesita más balón en sus manos, y la ingente cantidad de gallos que hay en Philadelphia se lo impide.

Redick es un caso más sencillo. Tiene 34 años y una dilatada carrera en la Liga, pero empieza a perder luz. Los emparejamientos defensivos cada vez le cuestan más, y aunque ha sacado de varias situaciones ignominiosas a su equipo en las últimas campañas, no opta a contratos tan grandes como sus compañeros y podría firmar incluso por el mínimo de veterano. Eso sí, es un jugador cotizado. Se adapta bien a todo, tiene peso en el vestuario, no necesita mucho balón, y tiene experiencia en playoffs (jugó la Final de la NBA en 2009 con los Magic). No conviene dejarle escapar fácilmente.

Simmons, Embiid y la segunda unidad

Una de las cosas que más preocupa en la franquicia tras la eliminatoria ante los Raptors es el nivel de Simmons y Embiid. Son la piedra angular del proyecto, las bases que sostienen el futuro de la franquicia, y dos jugadores llamados a dominar la NBA en el futuro... aunque todavía no ha llegado ese momento. O eso se ha demostrado en la última ronda que han disputado. 

El base ha promediado en temporada regular 17 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias. En playoffs 14+7+6. Ante los Raptors, 12+7+5. Sus números bajan a medida que el momento de la verdad se aproxima. Es solo su segundo año en la Liga, y tiene todo un futuro por delante, pero tiene que mejorar el tiro más pronto que tarde para cuadrar mejor en el sistema ofensivo del equipo. Cumple en defensa, pero no puede pasar tan inadvertido en ataque como lo ha hecho ante Toronto. 

Embiid es otra historia. Ha sido uno de los mejores jugadores de la temporada regular, ha dominado la zona de una manera que hacía mucho tiempo que no se veía en un pívot, y puede dominar de igual manera la Liga en un futuro. Ante los Raptors, ha claudicado ante Marc, pero tampoco hay que sacar conclusiones precipitadas de este emparejamiento. El español está en el cúlmen de su carrera, es un jugador veterano y ha manejado a un jugador joven y con todavía poca experiencia. Shaq sucumbió ante Olajuwon en 1995. También acabó llorando esa eliminatoria, como reconoció posteriormente. Luego, toda la NBA sucumbió ante él. Si a Embiid le respetan las lesiones, puede hacer lo mismo. A pesar de sus números ante Toronto, el equipo ha tenido un +80 con él en pista y un -97 cuando estaba en el banquillo a lo largo de la serie. Es el jugador franquicia de los Sixers. Esto es algo que ha dejado claro.

El banquillo sí que es una asignatura pendiente para la franquicia. Todos los titulares jugaron más de 40 minutos en el séptimo ante los Raptors, algo normal en una situación así. Sin embargo, se ha echado de menos más acompañamiento. Aunque gente como Mike Scott ha tenido buenos minutos, parece que se necesita fortificar más la segunda unidad de la plantilla. McConnell, que el año pasado tuvo protagonismo, este año ha desaparecido de la rotación. Marjanovic no jugó nada en este último duelo y solo ha sumado 27 minutos en toda la serie. Tampoco Jonathon Simmons ha tenido mucha participación. El fondo de armario también es importante si quieres soñar con el anillo.

¿Qué pasará con Brett Brown?

La pregunta del millón. El técnico del Proceso, parece estar, esta vez sí, en el ojo del huracán. Ya dijimos recientemente que los cambios de entrenador de un proyecto a medio plazo no son nada raros. Que muchas veces es necesario un primer técnico que dé impulso al proyecto y que sea sustituido por otro que termine de redondearlo. El impulso está dado, y es posible que los días de Brett Brown estén contados. Su trabajo en líneas generales ha sido bueno. Llegó al equipo en 2013 y tuvo que soportar muchos desaires, tanking y rondas fallidas del draft para conseguir tocar playoffs el año pasado y hacer de nuevo competitiva a una franquicia histórica como la de Philadelphia.

Esta temporada se esperaba un paso adelante del equipo, y solo se ha dado parcialmente. Juntar muchos egos siempre es algo difícil de manejar. También para Brown, que ha visto como se le venía grande la serie ante los Raptors. No ha podido cuando los de Canadá han jugado con dos bases (Lowry y VanVleet) ni cuando lo han hecho con tres hombres altos (Marc, Ibaka y Siakam). Ha perdido la partida contra un entrenador de primer año como Nurse y no ha cuajado una gran temporada regular. Eso sí, llevó la serie hasta el séptimo partido y consiguió, por momentos, encontrar soluciones más allá de su pívot, muy bien defendido por sus rivales. No sabemos si esta lectura positiva le bastará para mantener el puesto. La franquicia tampoco se ha pronunciado al respecto. Sí que lo ha hecho Embiid, que ha defendido a Brown de las críticas.

Lo que sí ha dicho la directiva del equipo, en concreto el propietario del equipo Josh Harris, es que intentarán mantener el bloque. Que harán el esfuerzo. No sabemos si esto incluye a Brett Brown, pero está claro que los jugadores que serán agentes libres este verano tendrán oferta de los Sixers. Otra cosa es que la acepten o no. De momento, parece que el futuro de la franquicia dependerá más del nivel de desarrollo que tengan Simmons y Embiid que de otro tipo de movimientos. Si estos jugadores se convierten en las estrellas que prometen ser, todo será posible en Philadelphia. De momento, se abre periodo de reflexión.