Willy brilla (22+5) en la paliza de los Warriors a los Hornets

Los Hornets parece que tiran la tolla definitivamente en su desesperado intento de pelear por los playoffs. El Oracle no era el mejor lugar para mantenerse a flote y se hundieron con todo el equipo. Ni siquiera la expulsión de DeMarcus Cousins en la primera parte les insufló algún tipo de reacción con la que intentar levantarse. Han dicho basta. Hasta aquí han llegado y nadie sabe lo que puede deparar el futuro en Charlotte.

Kemba Walker es clave en el corto plazo. El base acaba contrato este verano, cumple 29 años en un mes y parece claro que su franquicia no ha sabido construir un equipo ganador a su alrededor. Si se marcha, y ahora mismo habría que apostar por ello, la cara de este equipo puede ser completamente distinta a la de este año. Como poniéndose en sintonía con todo lo dicho anteriormente, la estrella de los Hornets hizo unos de sus peores partidos de la temporada. 9 puntos y 3 asistencias con un 28,6% de acierto en el tiro en sólo 24 minutos de juego.

Su pareja de baile, Stephen Curry, hizo todo lo contrario. Últimamente tiene la mano caliente y ayer volvió a demostrarlo. 25 puntos en apenas 27 minutos con un 5/8 en triples, a los que añadió 5 rebotes y 6 asistencias. Tuvo un rato sublime en el tercer cuarto metiendo tiros de tres uno detrás de otro. Si a eso le sumamos que Klay Thompson hizo un 6/9 desde el perímetro para 24 puntos, el partido se iba a resolver mucho antes de llegar al final.

Los suplentes de los Warriors tuvieron más minutos de los habituales y quien mejor lo aprovechó fue Quinn Cook (21+4+4). Lo mismo pasó en el bando contrario, donde sólo tres jugadores llegaron a los dobles dígitos, todos ellos suplentes. Y por encima de los 20 sólo estuvo Willy Hernangómez (22+5). El español jugó como hacía tiempo que no se le veía, por minutos (22) y por rendimiento. Y como anécdota, fue quien 'provocó' la expulsión de Cousins, cuando éste le pegó un manotazo en la cara mientras peleaban por el sitio en la zona.