NBA | WOLVES 131 - WARRIORS 130
La polémica arbitral se apodera del final de la prórroga y saca de quicio a los Warriors
Los Wolves ganaron gracias a dos jugadas muy discutibles a su favor en los últimos cuatro segundos. Feo gesto de los jugadores de los Warriors a los árbitros tras el último triple de Curry.
Vaya partido y vaya final nos tenía preparado un encuentro que a priori no parecía el más interesante de la jornada. Los Warriors, jugándose la primera plaza del Oeste pero sin mostrar demasiada preocupación por ello, visitaban a unos Wolves en tierra de nadie. No parecía el duelo de la noche y al final se convirtió en una auténtica guerra que acabó siéndola de los campeones contra los árbitros, a los que acusan directamente de la derrota.
Todo se debe a las últimas tres jugadas del encuentro, ya en la prórroga y con 4 segundos por jugarse. Con los Warriors tres abajo Durant mete un triple frontal tremendo con falta de Bates-Diop, pero los colegiados señalan la falta antes del lanzamiento, convirtiendo el 3+1 en un saque de banda. Vuelven a sacar, esta vez para Curry, que anota un triple estratosférico desde la esquina con Bayles encima, su úndecimo tiro de tres de la noche, y empata el encuentro a 8 décimas del final.
La reacción de varios jugadores, incluido el propio Curry, es la de dedicarles el triple a los árbitros, pasando por delante de ellos señalando, bailando y riéndose. Pero allí nadie pita nada ante una exhibición de mal gusto, antideportividad y ejemplo perfecto de lo que debe ser una técnica. Y ahí no acaba todo, quedaba el remate final al esperpento.
Los Wolves sacan de banda, balón alto (demasiado) para que Towns intente un palmeo. Durant le está cubriendo y le roza ligeramente, el esférico pasa por encima de los dos y se va por la línea de fondo. Pero el trío arbitral pita falta del alero de los Warriors, que se queda con cara de no entender absolutamente nada. Curry, a quien habían sentado en el banquillo para la jugada defensiva, se marcha por el túnel de vestuarios con una toalla en la cabeza y los brazos abiertos para luego deshacer sus pasos con los mismos gestos. Towns mete el primero, tira a fallar el segundo y el partido se acaba con victoria de los locales. Eso dentro de la cancha, porque fuera han sido varios los integrantes de los Warriors que han hecho declaraciones sobre lo ocurrido.
A la prórroga se llegó, entre otras cosas, porque Curry (37+3+5+2) comandó una remontada en los últimos minutos a base triples, y porque Andrew Wiggins (24+9+3) después de jugar uno de sus mejores partidos del año, falló dos tiros seguidos desde el perímetro para evitar el tiempo extra. Hasta entonces llevó el peso de su equipo junto a unos espectaculares Josh Okogie (21+5 y 4 robos) y Jerryd Bayless (17 y 6 asistencias). Todo esto en un día bastante normal de Towns (15+13+7, pero 5/17 en tiros y 0/5 en triples).
Los Warriors siguen líderes, pero ven cómo los Nuggets les vuelven a igualar en la primera plaza. Su calendario, eso sí, es bastante cómodo salvo por el partido del próximo martes, en casa y precisamente ante los Nuggets, que puede ser decisivo para decidir cuál de los dos acabará líder del Oeste.