Con o sin LeBron, los Lakers no levantan cabeza. El bloque de Los Ángeles se llevó el peor castigo ante Los New York Knicks, el peor equipo de la NBA (124-123). Otro que anda más con la mente puesta en el futuro y seguramente soñando con Zion, pero que fue capaz de tirar de orgullo y darle la vuelta al marcador en los instantes finales. Gracias a ello, los neoyorquinos son capaces de romper su racha de ocho derrotas consecutivas y suman su 14ª triunfo de la temporada regular. Los Lakers bailaban al mismo son y con esta son ya ocho las derrotas en los nueve últimos duelos. Llevan prácticamente dos meses sin enlazar dos victorias consecutivas, firmando un cierre de temporada a la altura de los últimos años.

El duelo comenzó siendo un correcalles digno de All-Star. La intensidad defensiva brillaba por su ausencia y eso propiciaba mayor acierto en ataque. Tanto como para anotar 71 puntos entre los dos equipos. Los Knicks llevaban las riendas de entrada con un 11-4 inicial pero pronto reaccionaron los Lakers para igualar. A pesar de ello, los locales mejoraron en los últimos minutos y cerraron con un 13-3 el primer cuarto (41-30). Knox y Dotson, con 13 puntos cada uno, se desataron ante esa pasividad defensiva.

Fue tras los doce primeros minutos cuando Lakers mejoró, y lo hizo de la mano de LeBron. El alero se echó el equipo a la espalda y consiguió dar la vuelta al resultado antes de sentarse en el banquillo (51-53). Llegó al descanso con 17 puntos y el resultado a favor de Lakers tras la mejora de McGee en el poste (63-66). Los Knicks acusaban el bajo rendimiento de su banquillo, que solo sumaban 6 puntos, pero su quinteto inicial estaba a gran nivel ofensivo. Tanto es así que los cinco de partida anotaron 104 de los 124 puntos finales de su equipo.

Tras el ecuador se mantuvo ese nivel y Mudiay, que ya empezó a brillar antes del descanso, se destapó en ataque. El base estaba finísimo en el tiro y cerró el tercer asalto con 22 puntos y 6 de 8 en tiros (acabó con 28 y 8/11). A pesar de ello, el nivel defensivo seguía siendo flojo y junto a LeBron empezó a emerger la figura de Kuzma para mantener la ventaja antes de los doce minutos finales (94-96).

Y esa igualdad se mantuvo durante los primeros compases, hasta que LeBron y Kuzma acertaron en varias jugadas consecutivas para conseguir distanciarse. El marcador reflejaba 111-122 a falta de 3’44’’, pero los Lakers no supieron gestionar la ventaja. Tras sus fallos llegaba la respuesta de Mudiay, Dotson (25) y Knox (19) para firmar un parcial de 13-3 y dejar el 124-123 definitivo en el electrónico tres minutos y medio después. LeBron tuvo en sus manos la última posesión del duelo pero Hezonja le encimó y evitó con un tapón su entrada a canasta en los segundos finales.

Así se cerró el telón a otra tragedia más de los Lakers, que visitarán a Bucks antes de recibir en casa a Nets, Kings y Wizards. Los neoyorquinos, por su parte, visitarán Boston y justo después disfrutarán de seis partidos consecutivos en el Garden. La única presión de este equipo, desde hace tiempo, es la de hacerse con el próximo número 1 del draft.