Fueron pocos los partidos disputados por Willy Hernangómez en la anterior campaña de NBA (48 entre Knicks y Hornets), y solo uno en el que protagonizó el salto inicial. La falta de confianza por parte de sus entrenadores y los escasos minutos de los que gozó (10,3 de media), en comparación con su año de Rookie en la Gran Manzana (18,4) le hicieron tomar una decisión.

El pívot de los Hornets rechazó su participación con España en las Ventanas FIBA, pues se quería centrar en la preparación con su equipo para este año. Durante el último verano decidió seguir entrenando y trabajando, sobre todo para aumentar su potencial físico, pues es uno de los aspectos más básicos y necesarios en la NBA. Así lo reconoció el propio jugador en una entrevista a Men’s Health: “Mi objetivo es ser un pívot dominante allí y realmente hacerme respetar. La única manera era estar 5 o 6 meses dejándome la piel, trabajando para ponerme al mismo nivel físico de los pívots de allí”.

El tren inferior fue una de las principales cosas a mejorar: “Yo era más del músculo ‘playa’ que se dice, pero en mi posición las piernas se notan mucho. No te pueden mover luchando por la posición, saltas más, y eres más rápido porque tienes más potencia”. Su trasformación física es evidente, pero reconoce que su límite no está ahí. “Soy muy ambicioso y viendo mis dos últimos años en la NBA tenía claro lo que tenía que hacer si quería no ser un jugador más. No ser un pívot más”, confesaba el jugador de los Hornets.

Dentro de su preparación vacacional entraba la Summer League de la NBA. En ella promedió unos números muy a tener en cuenta (18 pts y 12 rebotes), alcanzando los 28 minutos de media por partido. Pero la hora de la verdad comenzó hace seis días. Por el momento, aprovecha los minutos que su nuevo entrenador, James Borrego, le otorga en cada duelo.

En las tres primeras jornadas de temporada regular promedió una media de 13,6 minutos, alcanzando un 50% de acierto en los tiros de campo (8/16). Sus cifras están en 7,7 puntos y 6 rebotes por partido. A pesar de ello, la primera opción para Borrego bajo el poste es la de Cody Zeller, que en esta primera semana ha promediado números muy similares a los del español, salvando la diferencia del tiempo que se mantiene en la pista: 22,3 minutos, 8 puntos y 6,3 rebotes con un 56,2% de acierto en tiros de campo (9/16).

La igualdad estadística es evidente, y de su aportación dependerá el ganarse la confianza total de Borrego, que tiene muchas expectativas con el madrileño. Preparación y ambición no le falta a este pívot, que seguirá trabajando para dar con el punto de inflexión que le diferencie del resto.