Cristiano tendrá que derribar parte de la terraza de su ático en Lisboa
El futbolista portugués está obligado por el ayuntamiento de la ciudad a eliminar la marquesina de cristal que instaló en la azotea de su vivienda.
Cristiano Ronaldo tiene entre su extenso patrimonio el piso más caro de Lisboa, un lujoso ático de 300 metros cuadrados en la Rua Castilho por el que el astro portugués habría pagado más de 7 millones de euros. Entre sus múltiples atractivos encontramos una bonita azotea de la que el futbolista y Georgina Rodríguez han presumido en las redes sociales, pero es precisamente esta zona la que le está provocando serios problemas legales con el ayuntamiento de la capital lusa. El pasado mes de mayo ya salió a la luz la investigación que se estaba llevando por posibles irregularidades, pero ahora el consistorio habría ido un paso más allá y le habría dado un ultimátum al delantero de la Juventus.
Tal y como ha publicado Correio da Manha y ha confirmado Público, Cristiano tiene 15 días para derribar la marquesina de cristal que construyó en la azotea supuestamente sin los pertinentes permisos y ha de recuperar el aspecto original del edificio. Fue el pasado 21 de julio cuando el ayuntamiento le comunicó la medida a Ronaldo y la obligación de "reponer la legalidad urbanística", aunque no aclara si debe ser un derribo completo o llevar a cabo una serie de alteraciones para cumplir con "las condiciones existentes antes de la ejecución de las obras verificadas por la revisión" realizada a principios de mes.
No obstante, la reparación no es la única vía con la que cuenta Cristiano, sino que el jugador podría solicitar los "trámites para el procedimiento de legalización", lo que tiene un plazo de 30 días. Eso sí, el asunto todavía es más enrevesado todavía, pues el delantero también ha sido informado, según la prensa portuguesa, de que "la intervención en la cobertura se realizó sin autorización municipal, por lo que está sujeta a una posible contraorden".
La polémica sobre este edificio lleva meses copando titulares en la prensa portuguesa, y es que la adquisición de Cristiano se convirtió en tendencia por ser uno de los lugares más exclusivos de la ciudad. Sin embargo, no es la única propiedad del futbolista en su país, sino que dispone de otro ático en la Avenida da Liberdade de la capital, una extensa finca en Cascais, una vivienda en el Algarve y un edificio en Funchal.