El nuevo negocio del 'padre' de Jordi ENP para competir con OnlyFans
El actor de cine para adultos conocido como ‘El niño polla’ tiene su propio perfil en LoverFans.
La industria del cine para adultos y de la pornografía ha cambiado mucho en los últimos años con la aparición de aplicaciones y plataformas en las que cualquiera puede poner precio a su cuerpo y las actividades que quiera mostrar. Un ejemplo es OnlyFans, que ha aparecido incluso en The New York Times como la app que "ha cambiado el trabajo sexual para siempre". En ella figuran numerosos influencers y rostros conocidos de la televisión, pero desde enero de 2020 existe otra compañía que quiere hacerle la competencia y que cuenta con la figura de Jordi ENP 'el niño polla' entre los perfiles.
La empresa, llamada LoverFans, fue creada después de un arduo trabajo de programación por el actor y director porno Pablo Ferrari, tal y como desvela El Confidencial. Lo hizo con un capital inicial de 10.000 euros, pero tan solo año y medio después ya ha ampliado a 250.000 y cuenta con más de 17.000 usuarios de pago, lo que le proporciona una facturación superior a los 300.000 euros.
Ferrari lo tiene claro y así se lo explica al mismo medio: “El usuario no quiere pagar a una productora, sino a su actriz favorita”. Ahí radica el cambio que el director ha experimentado en los últimos años. Ese contenido personalizado, y una pandemia que sentenció a algunos negocios e impulsó a otros, hizo que LoverFans terminará 2020 con una facturación de 40.000 euros mensuales. La entrada de otros inversores provocó un considerable aumento que todavía no se ha detenido: “A finales de 2021 habremos facturado cerca de tres millones de euros”, confiesa, unas cifras muy superiores que también se pueden ver en los nuevos usuarios, con más de 3.000 nuevos cada mes.
El negocio ha estado rodeado de críticas prácticamente desde su aparición, pero Pablo Ferrari cree que la tendencia es clara y que el ocio para adultos va encaminado a lo que él ya está proponiendo, un porno que da un mayor protagonismo a los creadores de contenido y aleja a las productoras que durante años han disfrutado de todo el pastel.