MÚSICA

La "única ambición" de Rozalén en sus inicios

Rozalén, una de las principales voces de la canción de autor en español, vio cumplido un sueño cuando pudo subirse al pequeño escenario de uno de los locales con más historia de Madrid.

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María Rozalén.

Quizá el éxito pillara desprevenida a Rozalén, que se convirtió de la noche a la mañana en un verdadero fenómeno de la música española, pero no puede decirse que no haya aprovechado cada una de las oportunidades que se le han presentado en el camino a lomos de su inconmensurable talento.

Nacida en Albacete, aunque criada en Letur, un bonito enclave de la sierra de Segura, María de los Ángeles Rozalén Ortuño es una de las principales voces de la canción de autor en español en la actualidad. Y a sus 34 años, con un importante bagaje artístico y múltiples reconocimientos a sus espaldas, acaba de ganar el Goya a mejor canción original con ‘Que no, que no’ para la película ‘La boda de Rosa’, de Icíar Bollaín, aunque reconoce que “el premio para mi ya es que alguien te quiera escuchar”.

“Subirme a un escenario supone la plenitud máxima. Es lo que más feliz me hace”, asegura la artista ante las cámaras de La2 desde “uno de mis sitios favoritos de Madrid". Y es que, la albaceteña, siempre acompañada de su inseparable guitarra, lleva casi una década establecida en la capital de España donde ha ido tirando puertas abajo de camino al incontestable estatus de estrella que hoy atesora.

Pero lejos de fantasear con grandes estadios, Rozalén soñaba con algo mucho más íntimo. “Era la única ambición que tenía cuando llegué a Madrid, que me dieran una fecha aquí. Es el templo de los cantautores”, comparte en referencia a Café Libertad 8. Un local centenario que en sus orígenes fue una vaquería y más tarde una tienda de vinos.

Ya como taberna, se convirtió en símbolo de la lucha antifranquista, y evolucionó a partir de 1994 hacia un plano más cultural en el que se citaban las voces más reivindicativas del panorama musical. Luis Pastor, Pedro Guerra, Gemma y Pavel, Jorge Drexler, Rosana, Ismael Serrano, Javier Álvarez, Tontxu, Amaral, Carlos Chaouen, Luis Ramiro, Marwan o Andrés Suárez son algunos de los artistas que pasaron por el pequeño escenario que aún conserva una pianola de principios de siglo. “Aquí han empezado todos mis maestros”, concluye Rozalén, a la que la pandemia le ha cambiado la forma de plantearse la vida.

“Todo lo que está pasando con la pandemia me ha hecho valorar mucho más mi trabajo. Quizá no debo planear la vida tanto a largo plazo y pensar más en el aquí y ahora. Todos estamos ya muy agotados, aunque esa situación de crisis, tristeza y melancolía es buena para la creatividad”, señala Rozalén, que precisamente publicó su último trabajo en octubre de 2020. “Hay mucho de autocuidado y de amor propio en ‘El Árbol y El Bosque’. Es un canto a la vida y a la naturaleza”, añade la albaceteña.

La importancia de cuidarse y apreciar cada momento

Rozalén también es consciente de la importancia de velar por la salud y comparte algunos de sus secretos para sentirse bien a nivel físico y mental. “Es muy importante cuidarse independientemente de a qué te dediques porque está todo conectado. Yo jugué muchos años al voleibol y para mí el deporte de equipo te enseña y te ayuda en muchos aspectos de la vida. Ahora lo que más hago es deporte en la naturaleza. En casa también hago mis tablas de ejercicios y mis circuitos porque es importante estar bien sobre el escenario. Además, me encanta cocinar porque significa que tengo tiempo y que estoy tranquila en casa. Y por supuesto la música es salud”, señala la cantautora, que se despide con una reflexión: “Para mi saber vivir es apreciar cada minuto del día. Hay que valorarlo todo”. Hagámosle caso.