La madre de Andy Murray se gasta 5.000 euros para que no la llame "cuello de pavo"
Judy Murray se ha sometido a un tratamiento facial con el que eliminar las arrugas y signos de expresión provocados por largas exposiciones al sol.
La madre de Jamie y Andy Murray se ha sometido a un tratamiento facial para eliminar las arrugas de su rostro y terminar con las burlas de sus hijos, que en los últimos años habían comenzado a referirse a ella como "cuello de pavo". La entrenadora, de 61 años, se puso en manos de los especialistas de una prestigiosa clínica estética de Glasgow a espaldas de su familia para someterse a un proceso elaborado con microagujas y radiofrecuencia para dar un aspecto realmente rejuvenecido a su aspecto.
"Mis hijos, Jamie y Andy, comenzaron a llamarme cuello de pavo hace unos años de una manera cariñosa y jocosa, y eso puede haber tenido algo que ver con que yo pensara que realmente debería hacer algo al respecto si podía", expresó Judy. "No les dije nada sobre los tratamientos que estaba recibiendo, pero notaron la diferencia y recientemente me dijeron: 'Mamá, ¿qué te estás haciendo en la cara?' Yo dije: '¿A qué te refieres?' Y ellos me respondieron que parecía mucho más suave", agregó entre risas cargadas de orgullo.
"Eso fue oro puro. Quiero decir, si lo han notado y lo han mencionado, entonces claramente ha marcado una gran diferencia y eso me ha hecho muy feliz", comentó. El coste de este notable cambio supera los 5.000 euros, pero Judy se muestra radiante y destaca que incluso su nuera se ha interesado por el tema. "La esposa de Jamie incluso me dijo que se había hecho algún tratamiento de microagujas, pero ninguno tan avanzado como el que yo me he hecho", añadió en declaraciones desde la clínica.
Murray cree que la piel de su cara había sufrido un daño severo por tantos años viajando a torneos de verano con sus hijos, trabajando al aire libre y después viendo cómo sus carreras llegaban a la élite. "Pasé la mayor parte de mi vida trabajando al aire libre y una cantidad significativa de años siguiendo a mis hijos en el circuito de tenis y sentada al sol con el ceño fruncido por la presión de verlos actuar, así que tengo hermosas líneas de expresión y también muchas líneas de la risa", destacó. Por eso, a pesar de que nunca le ha interesado el maquillaje ni los tratamientos de belleza, decidió someterse a este proceso que no requiere de cirugía para "lucir bien en apariciones públicas".
"Yo diría que me han quitado al menos diez años. Estoy absolutamente emocionada con el resultado, mi piel está más fresca, más clara y me siento mucho mejor conmigo misma", concluyó. Por el momento, no realizó ningún tipo de declaración sobre su amor platónico Feliciano López, al que ella se refiere como 'Deliciano'. De él ha dicho que es un "dios griego" e incluso Andy Murray le echó la bronca cuando mostró su apoyo para el toledano en Twitter durante un partido frente a él.