El sueldazo por el que sería muy difícil que Belén Esteban dejara 'Sálvame'
Hace unos días se empezó a rumorear que 'la princesa del pueblo' podría abandonar su trabajo en Telecinco, aunque ella misma lo desmintió a posteriori.
El programa 'Sálvame', uno de los más longevos de la parrilla, cuenta con una serie de colaboradores fijos cuya presencia es ya difícil tratar de imaginar en otro lugar que no sea el plató de Telecinco. Y entre ellos se encuentra Belén Esteban, que lleva trabajando en el espacio desde hace ya once años.
Por ello mismo, hace un par de semanas causó gran sorpresa que la revista Lecturas afirmara que la llamada 'princesa del pueblo' se estaría planteando dejar su sillón en el programa para unirse a la nueva aventura empresarial de Raúl Prieto. Y es que el director de 'Viva la vida' y exdirector de 'Sálvame', al parecer, estaría poniendo a punto su propia productora y al ser amigo íntimo de Esteban, habría querido contar con ella para este nuevo proyecto.
Sin embargo, Esteban no tardó en desmentir estas insinuaciones a través de su cuenta de Instagram. Y aunque no ha dado mayores explicaciones, lo cierto es que hay un factor muy importante que hace poco creíble que la colaboradora se plantee en serio cambiar de trabajo: el sueldo. Los colaboradores del programa disfrutan de unos salarios muy elevados, y Esteban se embolsa cada ve que aparece en el plató la friolera de 1.100 euros.
Haciendo cálculos, y teniendo en cuenta que suele estar en el plató alrededor de tres veces por semana, el total mensual de sus ganacias ascendería a 10.000 euros, a los que habría que sumar sus apariciones esporádicas en el 'Deluxe', que estarían remuneradas con una cantidad similar.
En total, el salario de Esteban puede llegar fácilmente a los 15.000 euros mensuales y 150.000 anuales, una cantidad muy difícil de igualar, y que, de momento, bien puede haber contribuído a que la colaboradora lleve más de una década cómodamente asentada en el popular programa de 'La fábrica de la tele', sin ninguna intención de querer irse a ningún otro lugar.