Sofía Cristo, sobre las drogas: "En el funeral de mi padre me pillé cinco gramos de cocaína"
Hoy se cumple una década del fallecimiento del célebre domador y su hija ha hablado en 'Sábado Deluxe' del infierno de adicciones que marcó a la familia.
Hace exactamente diez años, el 4 de mayo del 2010, moría en el Hospital Universitario de Alcorcón el que ha sido con toda probabilidad uno de los circenses más famosos de nuestro país: Ángel Cristo, dueño del Circo Ruso. El domador de animales que saltó a la fama durante los 70 y 80 falleció víctima de un paro cardíaco, a los 65 años de edad, tras una carrera en la que no faltaron las polémicas ni los episodios oscuros.
Y ahora, aprovechando el aniversario de su muerte, su hija Sofía Cristo ha recordado uno de los aspectos más controvertidos de la vida del empresario: sus abusos con las drogas. La DJ y colaboradora televisiva acudió este sábado a 'Sálvame Deluxe' para echar la vista atrás y exponer el infierno que tanto su padre como ella atravesaron por culpa de las adicciones. "Mi padre era alcohólico y cocainómano, él desayunaba whisky", declaró, antes de añadir que todo ello "destrozó a la familia".
Según ha relatado Cristo, el domador pasó su última noche vivo en la recepción de un hotel "porque no tenía dinero para pagarse una habitación". La también hija de Bárbara Rey asegura que su padre trató de luchar decididamente contra el problema en más de una ocasión, llegando a ingresar en centros de desintoxicación.
Sin embargo, al salir de ellos volvía al mismo círculo de personas y caída de nuevo en las drogas, como ha especificado la DJ. "No era capaz de dejar de consumir", ha confesado Cristo, revelando que ya nada más levantarse, el domador ya necesitaba las drogas y que llegó a trabajar bajo los efectos del alcohol y otras sustancias.
Su lucha personal contra las drogas
Por otro lado, la hija del circense no ha tenido reparos en ahondar en su propia batalla contra las adicciones. Y es que Cristo asegura haber estado igual de "enferma" que su progenitor, pese a que, afortunadamente, está a día de hoy totalmente recuperada. Pero su calvario fue largo y duradero, y le ha dejado memoriascomplicadas: "El día del funeral de mi padre me acuerdo que le hice como un homenaje. Me fui a pillar. Me voy a hacerle un homenaje porque como mi padre es drogadicto pues por mi padre. Me fui a por cinco gramos porque pensaba que era lo normal y lo bonito. Estaba enfermísima de la cabeza".