El nuevo dueño del Newcastle posee un castillo francés de 275 millones de euros
Mohammed bin Salman, príncipe heredero de Arabia, se ha hecho con el conjunto inglés esta misma semana a la espera de que lo aprueba la Premier.
En Reino Unido no se habla de otra cosa a nivel futbolístico: Mohammed Bin Salman ha acordado la compra del Newcastle con Mike Ashley (dueño desde hace trece años) tras meses de negociaciones y a la espera de la aprobación por parte de la Premier League. El príncipe heredero de Arabia, a través de la financiera Amanda Staveley, abonará unos 344 millones de euros para hacerse con el club.
El precio que pagará es ligeramente superior al que desembolsó en 2015 por un majestuoso castillo francés que en su momento fue la casa más cara del mundo. Bin Salman pagó en secreto 275 millones de euros por el Château Louis XIV, una residencia construida entre 2008 y 2011 muy cerca de Versalles bajo la influencia de los castillos franceses del siglo XVII. La vivienda cuenta con todos los lujos, incluyendo una sala de meditación dentro de un acuario en la que se fotografió Kim Kardashian cuando valoró utilizar este lugar para celebrar su boda con Kanye West.
Pero la apariencia del exterior y del interior no significa que esté enmarcado en siglos pasados, sino que dispone de la mejor tecnología en domótica y las luces, el aire acondicionado, el sonido o las múltiples fuentes que adornan el lugar se pueden controlar con tan solo un clic en el iPhone del magnate. Y es que sus dominios próximos a París se expanden hasta 57 acres, aproximadamente 230.000 metros cuadrados.
Entre sus características más sorprendentes encontramos la sala de meditación anteriormente mencionada, una cámara subacuática con esturiones y koi nadando, una gigantesca estatua de Louis XIV, una discoteca y dos salones de baile. Además, dispone de 10 habitaciones, una bodega con capacidad para 3.000 botellas, una biblioteca, un cine privado, varias fuentes repartidas por los jardines, una piscina exterior y otra aún mayor en el interior.
Otras propiedades de Bin Salman
En tiempos difíciles por la pandemia de coronavirus, y según apuntan diversos tabloides británicos, el príncipe heredero de Arabia ha utilizado la pandemia para conseguir una rebaja en la cifra que exigía Ashley para deshacerse del Newcastle. Y eso que durante años ha presumido de gastar inmensas fortunas en algunos caprichos. Por ejemplo, desembolsó más de 500 millones de euros por un yate de un magnate ruso del que se enamoró en unas vacaciones en Francia. Y para adornar una de sus paredes eligió la obra Salvator Mundi de Leonardo Da Vinci pagando por ella más de 400 millones de euros. Sin embargo, la majestuosidad del castillo de Louis XIV y las similitudes con la gran obra del Palacio de Versalles provocaron que esta sea su adquisición más destacada.