Arantxa Sánchez Vicario pide perdón y ataca a Santacana: "Me engañó y me quitó todo”
La extenista se descubre en una entrevista exclusiva sobre su dramático divorcio y cómo este le ha llevado a tratar de reparar la deterioradísima relación con sus padres.
Hace menos de dos semanas tenía lugar en Esplugues de Llobregat el juicio para el divorcio de la ex número uno de la WTA Arantxa Sánchez Vicario y el que ha sido su marido durante la última década, el empresario Josep Santacana. La separación está levantando ampollas desde que se conociera la noticia, especialmente debido a las declaraciones que han soltado una y otra parte a la prensa, y que subrayan que la relación entre la pareja está actualmente bastante tensa.
Arantxa ha concedido ahora una nueva entrevista con 'Hola' en la que amplía todavía más los sentimientos que le invaden estos meses a raíz del abrupto fin de su matrimonio, del que ha reconocido arrepentirse en muchos aspectos. Esta charla con la revista tuvo lugar en Miami, donde la deportista reside junto a sus dos hijos. En ella Arantxa hace un análisis poco favorecedor del resultado de su vida en común con el catalán, del que dice: "Lo doy todo y me peleo por él, le doy mi vida... y él me traiciona, me engaña y me quita todo".
Por otro lado, Arantxa ha negado la versión de Santacana sobre el carácter de su trato actual que mantienen ambos a día de hoy. El empresario llegó a decir que su relación era "cordial", algo que la deportista desmiente rotundamente: "No tenemos relación. No hablamos, solo cuando llama le paso el teléfono a mis hijos y nada más. Su traición es tan profunda que la cicatriz no se curará nunca". Palabras duras, que completa dictaminando no saber "qué pretende" y añadiendo que nunca podrá "perdonar todo lo que está haciendo para dañarme. La persona que he descubierto no es de la que me enamoré".
El complicado currículum familiar de Arantxa
Y es que conviene recordar las graves desavenencias y el tortuoso vínculo que la olímpica ha mantenido siempre con su familia, sobre todo con sus padres, de los que, al margen de haber acusado en el pasado de excesivo control y de haberse quedado copiosas cantidades de sus propias ganancias, declaró que se opusieron brutalmente a su casamiento con Santacana.
Y ahora que su matrimonio con este se ha venido abajo, la extenista hace balance de esta tóxica relación con sus progenitores, y confiesa arrepentirse de parte de su conducta con ellos. Especialmente sensibles han sido las palabras que ha tenido para su padre Emilio, que falleció hace tres años, a cuyo funeral no asistió, y con el que Arantxa nunca pudo arreglar las cosas: "Acusé y fui injusta con mi padre, me hubiese gustado despedirme diciéndole lo mucho que lo quería". La extenista también ha recordado el mal estado de su progenitor cuando fue a verle a la clínica: "Miro atrás y todo es como un mal sueño".
Otra persona de su círculo sanguíneo al que se ha referido Arantxa es su hermano Javier, del que dijo que llegó incluso a expulsarla del tanatorio cuando su padre falleció, y al que ahora ha querido pedir perdón públicamente: "Lo que le hice a mi hermano Javier, influenciada por mi entorno, no tiene nombre y es normal que no quisiese saber nada de mí. Desde aquí aprovecho para pedirle disculpas".
Pero según ha dejado entrever en sus declaraciones, lo que sí puede haber es esperanza para sanear su vínculo materno, pues Arantxa ha reconocido que "mi madre está conmigo aun habiéndole dado mil patadas. Me ha demostrado lo que es el amor incondicional".
La barcelonesa está viviendo una temporada complicada, pero afortunadamente, aunque el divorcio vaya a continuar todavía sus entresijos, los términos legales relativos a la custodia compartida de los dos hijos de la pareja ya han quedado cerrados. Y la reconciliación familiar de Arantxa con su madre puede que también ayude a la extenista a darse un respiro entre tanto vendaval. Además, como ella misma ha manifestado: "lucho un partido a cinco sets con un rival muy duro, pero si algo tengo es resistencia".