SORPRESA VIRAL

Una novia acude sin saberlo a la que en realidad es su boda

Mercedes acudía supuestamente a una boda a la que había sido invitada, y al llegar se enteró de que en realidad era la suya

Actualizado a
La novia por sorpresa Mercedes al llegar a su propia boda

El mundo de las bodas tiene un antes y un después de Internet y las redes sociales. En los últimos años se ha puesto de moda que los novios graben sus peticiones de mano, a cada cual más espectacular, poniendo el nivel muy alto. Pero el protagonista de esta noticia lo ha superado.

Él es Gustavo Ortiz, fotógrafo profesional entre otros medios del diario AS y de Clarín, y que preparó una sorpresa que jamás podrá ser olvidada por Mercedes, su novia desde hace 30 años. Y es que le hizo llegar una invitación de boda... que en realidad era la suya.

El novio tuvo la idea hace 5 años, pero las parroquias le exigían el permiso de la novia, y no podía realizarla. Finalmente lo logró, gracias a un sacerdote que durante la misma ceremonia reconoció: "Cuando me vino a hablar hace cuatro meses, dije 'este pibe está loco'. Pero yo estoy más loco que él".

El engaño a la "novia por sorpresa"

Conseguida la iglesia y el cura, quedaba hacer caer en el engaño a Mercedes. Para ello, Gustavo planificó una falsa boda de un amigo de ambos, para que así acudieran como invitados.

Las amigas de la "novia por sorpresa" le ayudaron para el vestido, puesto que ella quería utilizar, como invitada, uno que era negro: "Las amigas la convencieron para ir todas de largo y para que no se vistiera de negro", como relata a Clarín.

Lo más difícil del plan

El resto de la historia puede verse en el vídeo, aunque hay una parte que el novio define como "la más difícil" y que no se puede apreciar. Y es que, como llegaron juntos ya que supuestamente iban a ser invitados, tuvo que hacer otro truco para adelantarse y esperarla en el altar.

El resto de los invitados le dejaron un sitio en la misma puerta, y él salió rápido junto a un amigo y se metió en la Iglesia, mientras su mujer y una amiga con la que iban en el coche se quedaban más atrás.

No fue un gesto de descortesía, sino que Gustavo lo tenía preparado con su amiga y cómplice para que "retrasase" a su mujer y a él le diese tiempo a llegar al altar y esperarla. Y lo consiguió, como muestra el vídeo que ya es viral.