Desde que Andy Murray lo abandonase en agosto de 2017, el número uno es un coto privado. Rafa Nadal, Novak Djokovic y Roger Federer son los únicos con licencia para acceder a él. Tres tenistas diferentes y rivales acérrimos en la pista, pero también afines fuera de ella, como demuestra una vez más la reciente confesión de Djokovic. Afirma el serbio que comparten un grupo de Whatsapp. Y que cuando uno comenta algo, los otros dos responden. Es difícil imaginar que algo así sucediera, pongamos, entre Cristiano Ronaldo, Lionel Messi y Kylian Mbappé.

Pero la del ‘Big Three’ es una rivalidad especial, entre otras cosas por longeva y por respeto mutuo. A sus 33 años Nadal y en los 32 Djokovic, ambos siguen peleando por el número uno mundial, en un tira y afloja que tiene su enésimo capítulo esta semana. Lo hacen a más de 14.000 kilómetros de distancia. Los que separan Dubái, donde compite el serbio, y Acapulco (México), donde lo hará desde la madrugada del martes al miércoles (no antes de las 03:30, Movistar Deportes) Rafa. Ambos torneos son de categoría ATP 500.

Nole, que tiene que superar los cuartos en el emirato para retener el trono, se citó en octavos con Kohlschreiber tras superar plácidamente en su debut de ayer a Malek Jaziri (36 años, 260 de la ATP) por 6-1 y 6-2. El tunecino entró en el torneo invitación mediante y dejó un momento gracioso en el sorteo cuando se reveló su emparejamiento con Djokovic: se partió de risa por su mala suerte. Con esta última, ya son 14 victorias consecutivas en lo que va de temporada para Novak, tras las seis de la ATP Cup y las siete de Australia.

La premisa que debe cumplir Nadal si el balcánico falla es más complicada, pues solo le vale con alzar su tercer título a orillas del Pacífico para acceder de nuevo a la cima. El balear tendrá como primer escollo en esa empresa a un compatriota, Pablo Andújar, 34 primaveras y el 54º en el ranking mundial. Federer, demasiado alejado en esa tabla y recién operado de su rodilla derecha (por lo que no acudirá a Roland Garros este año), no entra ahora mismo en la pugna.

Desde que cayera en cuartos de Australia ante Thiem, Nadal ha jugado una multitudinaria exhibición con el suizo en Sudáfrica y se ha preparado en la Academy de Manacor. De superar a Andújar, podría toparse sucesivamente con huesos como el australiano De Miñaur o el suizo Wawrinka. A Zverev y Kyrgios, su verdugo el año pasado en esta cita, les evitará hasta una hipotética final. "Vengo porque me gusta estar aquí. Me encanta el torneo y la organización. Me siento como en casa. Es una semana importante para mí. A ver cómo me encuentro. Espero estar preparado", afirmó antes del estreno.