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Un nuevo ‘match-ball’ para Noruega

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Una situación límite inesperada. Noruega no se clasifica para un gran torneo desde la Eurocopa 2000 (aquella en la que le ganó a España en un partido que le costó la titularidad a Molina). Durante años, su ausencia en las fases finales no fue una gran noticia: era algo bastante previsible teniendo en cuenta su historia y su nivel. Sin embargo, ahora, con la generación de Haaland y Odegaard, llama la atención que aún no hayan logrado clasificarse para ninguna. Si tampoco lo logran esta vez, la posición de Stale Solbakken como seleccionador estará más que cuestionada. Cuando se sorteó el grupo, parecía claro que era la gran favorita para llevarse el segundo puesto. Pero la realidad es que ahora mismo está cinco puntos por debajo de Escocia y que tiene que ganar todos los partidos que quedan para mantener alguna opción. Esto incluye derrotar a España hoy en Oslo: cualquier otro resultado manda al conjunto británico de Steve Clarke a la Eurocopa. En Chipre salvó otra bola de partido con un cómodo 0-4 (doblete de Haaland y goles también de Sorloth y Aursnes). Si quedara eliminada de esta fase de clasificación tradicional, es poco probable que a Noruega le quedara aún la repesca: al no ganar su grupo de la Liga de las Naciones en la División B, necesitaría que varios equipos de los que tiene por delante en el ránking final de esa competición obtuvieran su billete directo. Una carambola que ahora mismo se ve extremadamente complicada.

El talento lleva a Solbakken a jugar más abierto. El técnico noruego se hizo famoso con planteamientos basados en el orden defensivo y el conservadurismo cuando dirigía al FC Copenhague en la Champions. Sin embargo, ahora apuesta por un 4-3-3 con perfiles mucho más creativos y ofensivos. Noruega cuenta con una camada de futbolistas de ataque de gran nivel y el seleccionador intenta darles cabida con una idea atrevida. Berge y Aursnes, los escuderos de Odegaard en el medio, son muy capaces de asociarse y mantener la posesión del balón. Y Sorloth, que en España prácticamente siempre ha jugado de nueve, aquí parte desde la banda para poder ser compatible con Haaland.

Dos apariciones para soñar aún más. Incluso si no se mete en la Euro 2024, Noruega puede soñar con un futuro esplendoroso. Haaland tiene aún 23 años; Odegaard, 24. Y otros jugadores mucho más jóvenes y de gran proyección se están sumando a la selección absoluta. Antonio Nusa, un extremo de 18 que juega en el Brujas, ha dado ya tres asistencias en sus dos primeros encuentros oficiales con el equipo nacional. Y Oscar Bobb, de 20 años y de parecidas características, ha sido llamado por primera vez en esta fecha FIFA tras haber debutado ya con el primer equipo del Manchester City. Ambos se juegan la plaza de titular que queda libre en la delantera con Ola Solbakken, cedido por la Roma al Olympiacos, y Strand Larsen, del Celta.

El Sevilla le hace un favor a Solbakken. La gran cantidad de jugadores de nivel que tiene Noruega del centro del campo hacia arriba contrasta con las mayores carencias que se encuentran en las otras demarcaciones. La pareja de centrales es más inexperta en el primerísimo nivel, aunque Ostigard empieza a sumar partidos de élite con el Nápoles. Y en la portería, Nyland lleva siendo el titular durante todo el ciclo de Solbakken, a pesar de sus reiteradas suplencias en sus clubes anteriores. Sin duda, el hecho de haberle quitado el puesto a Dmitrovic en el conjunto hispalense hará que llegue con mucha más confianza a este partido.

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