Pogacar ya sabe lo que es el Tour
Todavía puede pasar cualquier cosa, una caída, alguna desgracia... Son cosas que en bicicleta están a la orden del día. Pero no me gustaría, así que esperemos que gane el más fuerte y creo que así va a ser. A Vingegaard se le ve tranquilo en sus declaraciones y encima de la bici. Me sorprende, porque era su primera vez de amarillo y está llevando la presión con una tranquilidad asombrosa. Lo de Van Aert es espectacular, se acaban los calificativos con él. No entendí que estando el belga en cabeza, Kuss tirase tan fuerte por detrás, porque pensaba que Van Aert podía ganar la etapa. Sin embargo, ante lo que hizo luego el Jumbo, no podemos decir nada: un minuto más al segundo, maillot verde, el de la montaña... El Tour se planteaba como un ‘Jumbo contra Pogacar’, y así fue porque su líder también respondió.
A Vingegaard no le vimos pasar ningún momento malo y se pegó como una lapa a Pogacar. La caída del esloveno no tuvo consecuencias y el gesto de Vingegaard, aunque fue bonito, era lo que tenía que hacer porque solo no iba a ningún sitio. No creo que Pogacar haya subestimado al danés, pero en la etapa del Granon tuvieron que calmarle desde el coche ante los ataques de Roglic. Esto es el Tour, y si el esloveno no lo sabía, ya lo sabe. A Enric Mas le aplaudo por intentarlo. Tiene un bloqueo con los descensos, pero para arriba tampoco iba bien. Al haber sufrido caídas, le coges miedo. Su condición tampoco era la más idónea y la etapa del Granon le hizo mucho daño psicológicamente. Debe hacer borrón y cuenta nueva. En la 18ª etapa debería ganar una escapada. La gente está muy cansada y si el grupo es numeroso tiene muchas opciones de llegar a meta, porque los esprinters están pensando en París y los de la general en la crono.