Modric: rectificar es de sabios
El genio de Zadar debía y merecía haber seguido una última temporada más en el Madrid. No es un ataque de nostalgia, sino un análisis puramente futbolístico.
Antes de nada, admito que todo lo que voy a poner ahora es una película de ciencia ficción y que para mi desgracia, y la de muchos madridistas que piensan como yo, esto ya no va a tener arreglo. Pero si no lo digo, reviento. Luka Modric debía y merecía haber seguido una última temporada más en el Real Madrid. No es un ataque de nostalgia, no es un romántico retorno a ese pasado glorioso que difícilmente volverá. Es un análisis puramente futbolístico. Díganme ustedes si hay un solo centrocampista en la actual plantilla del Real Madrid que tenga mejor criterio, mejor sabiduría para administrar el tempo de los partidos y que muestre mayor compromiso con la camiseta que honra que el genio de Zadar. Esto es muy sencillo. Cuando Modric está en el campo, el Madrid juega mejor al fútbol. Y eso es irrebatible...
Por muchas fórmulas que busques, combinando a Tchouameni con Ceballos, Valverde, Camavinga o el propio Bellingham, al final sale una fórmula con cierto desorden y en la que se echa en falta un regista que ponga la bola en el piso y marque con la aguja del compás la personalidad del juego del equipo. Con Modric se habría paliado ese problema al menos en las segundas partes. A nadie le corean en los campos por capricho. La gente sabe de fútbol. Luka, qué pena que no se pueda echar marcha atrás en tu adiós...
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