La ‘vida espartana’ de María Pérez
La granadina es la nueva campeona del mundo de 35 kilómetros marcha.


“Siempre pienso que no hay nadie mejor que yo, os voy a ganar a todas”. Es la reflexión que hace en la línea de salida María Pérez, brillante medallista de oro de 35 km marcha en Tokio. Esa determinación absoluta se la da una vida espartana, que le lleva al convencimiento de que nadie puede esforzarse tanto como ella. Las horas de marcha en Sierra Nevada, Font Romeu... Allí amplifica el volumen máximo de oxígeno para marchar con comodidad y trabaja la técnica, para ir con la confianza que le faltó en otro tiempo en el que los jueces se fijaban en ella hasta el extremo (solo una tarjeta tuvo en Tokio). Ya no hay puntos débiles, y ha ganado el superpoder de creérselo, y su confianza es máxima.
El duro trabajo y la alta autoestima deportiva derivada de ella hicieron volar a la granadina de Orce en Tokio. A 4:32 marchó cada kilómetro (prueben a correr algunos metros a ese ritmo), en unas condiciones durísimas de un 92% de humedad. Marchadores y marchadoras caían fulminados y María iba más a medida que pasaban las fracciones de hora. “Veía que caían y tenía respeto”. Las horas interminables en el asfalto dan fruto. El ‘monstruo final’ era su amiga Antonella Palmisano (oro olímpico en Tokio 2021). Una guerrera, a la que la andaluza fulminó con más de tres minutos (3:23) y demostró que sus palabras no son un farol. 2h39:01 tardó. Es indestructible.

Posiblemente, y a sus 29 años, ya es la mejor marchadora española de la historia. Su currículum es alucinante. Doble medallista olímpica, campeona de Europa y triple oro mundial (dos en Budapest 2023 y uno, de momento, en Tokio). Y no es precisamente España un país que se caracterice por haber tenido pocos marchadores, pero lo de María Pérez está a otro nivel. Una atleta dura, curtida, que trabajó con su familia en el campo, y que sabe lo que cuesta llegar a una cima de la que ya no se baja. Tres años seguidos sin fallar en un deporte durísimo.
Noticias relacionadas
Lo normal sería que por la noche saliera de fiesta en Tokio, fuera a algún karaoke… Pero no lo hará, igual que tiene hacer grandes renuncias en su día a día. La vida espartana no permite concesiones. El sábado que viene tiene el 20km en el que también es favorita al oro. El proceso ahora es recuperarse de la deshidratación, tanto orgánica como muscularmente, mucho fisio y marchar poquito, para regenerar. Su gran lujo será un poco de sushi y carne de Wagyu. Lloró al entrar en la meta del estadio olímpico de Tokio, lleno para ver a los héroes marchadores. Ahora toca resetear. Y cuando vuelva a ponerse en la línea de la salida, María Pérez solo sabrá una cosa: es la mejor.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí




Rellene su nombre y apellidos para comentar