La hora de Asencio
Si nos hubieran dicho hace medio año que un tal Asencio llevaría jugados 29 partidos en el primer equipo y estaría convocado con la Selección, no lo hubiéramos creído.


Si nos hubieran dicho hace medio año que un tal Raúl Asencio llevaría jugados, a estas alturas, 29 partidos como central en el primer equipo del Madrid y estaría convocado con la Selección, no lo hubiéramos creído. Que con 22 años te llegue la oportunidad de jugar en el equipo más exigente del mundo no es fácil y menos en ese puesto tan señalado, donde solo las leyendas se consolidan... y los demás salen volatilizados. Cuando a principios de noviembre, en el Bernabéu y ante Osasuna, Asencio sustituyó a Militao, parecía un parche provisional, pero el muchacho ha conseguido dar la vuelta a la situación y hacerse con un meritorio hueco en la primera plantilla.
Después de unos cuantos partidos ya se vio que era un defensa con ímpetu que, a pesar de su juventud, no se arrugaba ante nadie, ni siquiera ante Haaland, con el que tuvo un rifirrafe del que salió sin un rasguño. Es de sangre caliente y va a muerte en cada acción, como en el peligroso contragolpe que cortó ante el Atlético de Madrid con una velocísima carrera para llevarse por delante a De Paul. Tiene que mejorar en ciertas cosas, como determinados posicionamientos o alguna salida de balón, pero mejorará y no habrá quien lo mueva del primer equipo.
En la Selección también puede tener un buen recorrido pues, aunque tenemos varios defensas jóvenes con una gran proyección como Cubarsí o Huijsen, Asencio tiene un componente racial muy necesario en La Roja. Estamos, por tanto, ante los meses definitivos para confirmar la consolidación de un defensa que puede apuntalar el panorama de centrales de los próximos años.
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