Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

Mbappé se ‘cristianiza’

El día de Kylian.- Siete años añorándole. Siete años soñando con una noche mágica en la que firmase su primer hat-trick con la camiseta de sus sueños infantiles. Siete años de espera que empiezan a verse más que compensados por una afición que ha pasado de repudiarle a amarle incondicionalmente. Ya nadie puede dudarlo. Mbappé se ha convertido en el nuevo héroe del madridismo militante. Lleva mes y medio desatado. Donde antes veía una caja de cerillas ahora encuentra una piscina gigante de ocho calles. Chuta sabiendo que la pelota va para dentro. Disfruta con los compañeros. Conecta con Rodrygo y Bellingham (otros días con Vini) como si llevasen jugando varios años juntos. Disfruta. Sonríe. Golea. Domina la escena. Se siente por fin el líder de este Madrid reactivado de Ancelotti que aspira desde ahora a hacer una cuádruple conquista: Liga, Copa, Champions y Mundial de Clubes. El hat-trick número uno de la nueva estrella del firmamento blanco vaticina muchas noches felices para un equipo que ha superado las arenas movedizas de un inicio de temporada turbulento, gracias, entre otras cosas, a la liberación mental del parisino. Kylian ha tirado a la cuneta su mochila cargada de piedras y ahora vuela sobre los terrenos de juego como una gacela. Ya suma 22 goles y es fácil barruntar que pasará de los 40. Si sigue así, llegará a ser mejor que el mejor Cristiano. Señoras y señores, con ustedes un artista llamado Kylian Mbappé Lottin.

Lejos del Bernabéu.- Estos partidos trampa deben solventarse así. Sin alardes y sin titubeos. No fue un líder descomunal ni brillante, pero sí contundente y eficaz. El calendario obliga a ir manejando así los partidos en busca del objetivo. Ahora esperan tres salidas similares. A Brest, en Champions; a Cornellà, ante el Espanyol, en Liga: y a Butarque, ante el Leganés, en Copa del Rey. Si la tropa de Ancelotti canta victoria en estas tres salidas encauzará definitivamente el rumbo de una temporada que arrancó con renglones torcidos, pero que ahora refleja un horizonte claro y luminoso. El Valladolid de Cocca, muy mortecino, solo pudo ser fedatario de una inferioridad manifiesta que se reflejó en el enfado de la dolida afición pucelana. Ronaldo debería aparecer para dar explicaciones...

Valverde, capitán.- Cuando supo el uruguayo que llevaría el brazalete por la suplencia de Lucas no pudo evitar sentir un orgullo indisimulado. El Halcón soñaba desde crío con ser un día el capitán del Madrid. Lo primero que hizo fue decírselo a esa familia que lo adora. Más que merecido. Fede es un lujo para el Madrid. El futbolista total.

Este es mi Atleti.- Como dice un buen amigo mío: “Al final hay que querer al Atleti. Cuando les damos la condición de favoritos tras su racha triunfal se pegan dos patinazos seguidos ante Leganés y Villarreal. Nunca cambiarán”. Yo se lo achaco al Cholo y a su bravata inadmisible contra la historia blanca. El destino ha castigado su osadía dialéctica. O quizás sea porque la racha de 15 triunfos seguidos le recordó una cifra que les lleva a las 15 Copas de Europa que ostenta su encarnizado enemigo. Sea como sea, gracias Atleti.

Líderísimos.- La bendita realidad es que el Madrid se fue a dormir con una sólida ventaja de cuatro puntos sobre sus vecinos de la capital... ¡y de 10 sobre el sobrevalorado Barça de Flick! Y ojo que esta noche un Valencia revalorizado con Corberán visita Montjuïc. Quién se lo iba a decir a ellos tras aquella noche del 0-4. El autoengaño los ha llevado a este desastre clasificatorio. Creer que ganar una batalla al Madrid vale como un título les ha llevado a este fiasco. Desde Pucela me transmiten su euforia Gabi Teletipo (lo vio con su niña en Zorrilla) y Gonzalo Sendín, el mejor hostelero de Salamanca que vive por y para su Madrid. La vida vuelve a ser blanca y bella.

Normas