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El silencioso éxito de Carlo

El ganador tranquilo. En los tiempos que nos toca vivir, la notoriedad se gana de dudosas maneras y parece que se le otorgan más méritos al que se pone la careta de cabrón que al que actúa de la forma más correcta posible. En Ancelotti podemos observar un caso excepcional. Uno de los entrenadores más laureados y exitosos de la historia reciente en el deporte rey y no se da ni bola ni importancia. Casi nunca aparece como el gran responsable de los triunfos, él prefiere echarse a un lado y que sean los futbolistas los que se lleven las loas. Da la sensación, y me consta que así es, que su ego no necesita alimento alguno. Esto provoca una corriente extendida que le resta mérito al italiano como preparador.

El falso mantra. Que si es un gran gestor de personas y del vestuario, que si maneja el mensaje de manera perfecta en cada situación, que ofrece una imagen impecable para un club con la grandeza del Real Madrid... Todo esto está muy bien y, sin duda, me parece el número uno en cuanto al manejo de las situaciones, las emociones y las personas, algo tan complejo de conseguir en este club, donde la presión y la exigencia son absolutamente brutales. Pero además de todo esto, y de que es un noble caballero en la victoria y en la derrota, no se le debe restar ni un ápice en su virtud como estratega. Simplemente vamos a hacer un repaso a lo que llevamos de temporada: se fue Benzema y llegó Bellingham, tocaba jugar sin delantero centro y con las bajas prolongadas de Courtois y Militao (luego han llegado más), Carlo comenzó probando con un rombo donde el británico ocupaba la punta más ofensiva del mismo y donde ha terminado por explotar su faceta goleadora como nunca lo había hecho. A nivel individual se había inventado y dado en el clavo con esta nueva posición, pero el equipo, a nivel defensivo, se resentía por los costados. Pues de nuevo Ancelotti, y esta es otra de las cosas que más me gustan del italiano, cambió de idea y propuso un 1-4-4-2 donde el equipo sí ha conseguido un rendimiento increíble.

Nuevas soluciones. Nunca me gustó la frase de “morir con mis ideas”. Si tus ideas no funcionan, ¡piensa en unas nuevas! En el Clásico de la final de la Supercopa cambió el bloque medio habitual por un 1-4-2-3-1, cerrando mucho los pasillos interiores, que incomodó en todo momento al Barça y que fue una de las claves del encuentro de Riad. La realidad es que todos los futbolistas de la plantilla están en un nivel de rendimiento top. Que los de ahora y los de antes hayan ofrecido su mejor nivel con Ancelotti a los mandos, será casualidad…

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