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El mayor enemigo de Sinner

Jannik Sinner domina con mano firme el tenis mundial. El domingo conquistó con solvencia su segundo Open de Australia consecutivo, que también es su tercer Grand Slam, y lidera la ATP con tanta ventaja que podrá mantener el número uno sin sobresaltos hasta el US Open. En la pista no se avista a nadie que pueda vencerle. Enfrente tuvo a Alexander Zverev, el número dos, que sucumbió en tres sets, pese a su buen torneo en Melbourne.

El alemán pertenece a la primera NextGen que asaltó el poderío del Big Three, con menor beneficio que la actual. De aquel grupo, solo Daniil Medvedev ha encabezado el ranking y ha ganado un grande, el US Open 2021, pero también ha perdido cinco finales del Slam. La última, por cierto, ante Sinner, después de haberse llevado los dos primeros sets. Zverev apuntaba como el más talentoso de ellos, junto a Stefanos Tsitsipas, pero ya ha perdido tres finales en majors, y el griego, una. Sinner, sin embargo, lleva tres de tres. Y Carlos Alcaraz, cuatro de cuatro. Son otra cosa.

El único que podría tutear al italiano es el español, su rival generacional. Alcaraz ha sido el último tenista en derrotarle, en la final de Pekín en octubre, y ganó los dos grandes que no se anotó el pelirrojo de los últimos cinco: Wimbledon y Roland Garros. El problema de Carlitos, en comparación, es su mayor irregularidad. Pero el tenis lo tiene.

El mayor enemigo de Sinner no es una persona, sino una fecha, 16 y 17 de abril, cuando se celebre la audiencia del recurso que interpuso la Agencia Mundial Antidopaje contra de su absolución por un positivo. La incertidumbre no ha frenado deportivamente a Jannik, como se ha comprobado en Australia, si acaso pudo servir de estímulo, pero la amenaza continúa viva. La AMA no suele recurrir sentencias si no ve clara la posibilidad de sacarlas adelante. El partido más importante de Sinner en 2025 se jugará en los juzgados.

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