El Barça, La Masia y la Marca España
El arranque del Clásico me recordó a aquel patriótico narrador peruano que se desgañitaba en la radio: “¡Ataca Perú, ataca Perú, casi marca Perúúú!…gol de Brasil”. Por problemas técnicos seguí los primeros minutos por la radio y solo escuchaba a Antonio Romero y Lluis Flaquer cantar las ocasiones del Barça y los paradones de Courtois hasta que por fin nombró a Mbappé saliendo a la carrera. No hizo falta que siguiese, ya lo canté yo por él. Gol de Brasil. En esto llegó la señal de televisión y todo cambió. Para empezar, al ver la publicidad a pie de campo, me dije que a lo mejor sí que sirven para algo estas excursiones a Arabia. En un lateral estaban casi pegados los carteles luminosos de Vermut Yzaguirre y Lomo embuchado Martínez. Lo mismo se animan a consumirlos y cambian algunas de sus costumbres.
Efectivamente, todo cambió cuando pude ya ver el partido por la tele, como aquel 0-5 en el 74. En este caso Lamine Yamal hizo de Cruyff. Como entonces, pero en color, fueron cayendo los goles azulgranas en la buchaca, de todas las facturas. El Barça ha cambiado el pase horizontal de Guardiola por el raso y vertical de Flick. El cuarto, de Balde, justo antes del descanso y a la carrera, tuvo su réplica exacta en el inicio del segundo tiempo con la galopada de Raphinha para hacer el quinto. Y ya se sabe que no hay quinto malo. Justo entonces empezó la grada a corear con olés los toques del Barça. No es de descartar que además de al vermú y al lomo cerdo en Arabia acaben aficionándose también a la tauromaquia. La expulsión de Sczcesny puso el punto y final cuando quedaba aún media hora, pero esos primeros 55 minutos han sido el mejor spot que haya hecho nunca la Marca España.