Corazón, cojones y poca cabeza

Paró un penalti y sacó dos goles, uno a Saka y otro a Martinelli. Sólo Courtois cumplió con su parte del plan de Ancelotti. El resto no apareció. Ni Mbappé, ni Vinicius, ni Rodrygo, ni Bellingham... En cierto modo el Madrid fue víctima de su sobreexcitación. Decía Ancelotti en la previa “cabeza, corazón y cojones”. Pero todos se olvidaron de la primera premisa inexplicablemente. O no tanto. Lo hicieron dejándose llevar por esa corriente de opinión irracional que hablaba de remontada hasta el punto de que cuando empezó el partido parecía imposible que no fuera a suceder.

Jugó el Madrid desordenado, por impulsos... Desde luego, sin “cabeza”, y actuó desde el minuto uno como si sólo quedaran 20 para el final. El partido requería de otra cosa, de que el Madrid se hiciera con el balón, de que el partido se jugara en las inmediaciones del área del Arsenal con posesión, no metiendo centros alocados tan fáciles de defender para Raya y su defensa y sin un delantero centro al estilo Joselu para aprovecharlos.

Porque esa figura es sólo una pequeña pieza de las muchas que faltan en esta plantilla de los 4 Fantásticos en la que, puede que sea hora de ir meditando sobre ello, no hay mucho más. O, al menos, hay cosas que están a una distancia sideral de ellos. Faltan laterales, falta algún central, falta claramente un jugador que sea capaz de llevar el fútbol del equipo, y puede que también un delantero centro alto y rematador para tener un Plan B. El curso pasado ya se ganó una Champions milagrosa. Pero juntar tantos milagros seguidos es un imposible, por mucho corazón y coraje que se ponga.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí