Marcelo, el Rock&Roll del Real Madrid

Cuando en enero del año 2007 debutaba como lateral izquierdo aquel tímido chaval brasileño de sólo 19 años, ni él ni nadie se podía imaginar la exitosa carrera que iba a tener en un club como el Real Madrid. El muchacho venía ni más ni menos que a sustituir a un fuera de serie como Roberto Carlos, que tantas tardes y noches de gloria había protagonizado, y se daba por hecho que sería imposible que pudiera acercarse a su rendimiento. Hubo inevitables comparaciones, como suele suceder en estos casos, durante algún tiempo, hasta que se asumió que Marcelo era un jugador diferente, pero igual de valioso. En cuanto se soltó de las cadenas que le ponía Capello, empezó a demostrar que con su presencia en el ataque el equipo obtenía un arma impresionante por la izquierda. Desborde, asociación, imaginación, asistencia, llegada al área con peligro, el brasileño fue acostumbrando a los aficionados a un juego alegre y vistoso que muy pocos laterales pueden ofrecer.

Muchos partidos atascados y espesos se abrían con las diabluras de Marcelo, siempre punzante y sonriente, animando la grada con su fútbol rockanrolero. Sus últimos años perdió el fulgor y la frescura, pero nunca esa mirada revoltosa que se recordará siempre en la banda izquierda del Santiago Bernabéu.