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La prensa deportiva es optimista

Alguien dijo, y lamento no recordar quién (lo leí alguna vez y no me voy a levantar a buscarlo, como diría Umbral), que ‘las primeras páginas de los periódicos suelen estar ocupadas por los fracasos de los hombres; para buscar los éxitos de los hombres, hay que acudir a las páginas deportivas’. O a las portadas de los periódicos deportivos, podría añadirse. En la información deportiva no opera el adagio de que sólo las malas noticias son noticia. Tienen cabida, sí, pero las noticias más consumidas son las buenas, las que exaltan los valores físicos y morales de la especie, para cuyo cultivo nació el deporte, razón de ser de esta rama del periodismo.

Así que, sin desdeñar la necesaria porción crítica, el periodismo deportivo es optimista por naturaleza. Vive de héroes, de récords, de gestas, de relámpagos de belleza y emoción. Esa posición a priori de la prensa deportiva, aliada para la ocasión con la acreditada habilidad del florentinato para mover olas en favor de sus intereses, es lo que explica (digo ‘explica’, no digo ‘justifica’) el bombardeo de tantos meses sobre la inminencia de una noticia que no llegó a producirse. Florentino ha sido en este caso el primer optimista, hasta el punto de no hacerse con una firma que le cubriera. Y también el primer agraviado por el chasco, por más que disimule.

Pero la prensa deportiva en general y la que más informa del Madrid en particular, hemos salido dañados y no sólo por la ausencia de Mbappé de nuestro inmediato horizonte informativo. Los madridistas se sienten decepcionados porque se les dio por segura una ilusión incumplida. Los que no lo son han soportado una paliza inmensa (prensa, radios, telediarios…) y tienen toda la razón para sentirse irritados por el espacio escamoteado a sus equipos (o a otros deportes) dedicado a inflar lo que resultó ser una pompa de jabón. Intentaremos sujetarnos en el futuro. Pero me temo que, dado que Mbappé se deja la puerta abierta, las buenas intenciones de hoy sean puestas a prueba antes de tres años.