El Madrid salva el fútbol

Lamento profundamente la negación del Atlético a hacerle el pasillo al campeón de Liga esta noche en el Wanda Metropolitano. No sólo porque las tradiciones son un elemento fundamental del mantenimiento de la sociedad, sino porque estos enamorados del fútbol que son los colchoneros (no lo dudo ni un instante) deberían agradecerle al Madrid el favor que está haciendo al fútbol. Lo que ellos no fueron capaces de realizar en cuartos de final de la Champions frente al City de Pep Guardiola, y más concretamente en los últimos minutos de la vuelta en casa, los merengues lo han obrado de forma brillantísima. Puede parecer una exageración a las personas que suelen menospreciar las hazañas de los demás pero lo afirmo con mi modesta rotundidad: el miércoles por la noche, el Madrid salvó al fútbol.

En esta época moderna dónde las estadísticas y los fríos cálculos han invadido nuestro deporte favorito, donde los clubes ya no pertenecen a sus socios sino a empresas internacionales y a Estados (¡vaya locura!), donde entrenadores como Guardiola diseñan un partido como si fuera el motor de un coche o el reactor de una central nuclear, Carlo Ancelotti y el Madrid han recordado que el corazón y la emoción son lo único que vale de verdad para que el fútbol siga siendo atractivo. Y que no siempre gana el más rico y el más fuerte. Una lección de vida.