Donde las dan las toman

Hace unas semanas, para dignificar el reto europeo de este Barça de entreguerras, me estrené en esta columna con una chanza sobre el Madrid diciendo que cuando jugaba la UEFA a mediados de los 80 le daba más valor que a la Copa de Europa. Así celebraron los títulos ante los equipos de una perfumería alemana y un videoclub húngaro (Colonia y Videotón). Al poco me llamó Relaño para recordarme que la famosa Recopa del 78 (acto fundacional del Eurobarça) fue contra un equipo patrocinado por un estanco (El Fortuna). Quizás para concluir el ciclo de chanzas en tablas, los azulgrana acaban de quedar eliminados ante el equipo de una charcutería salchichera (El Frankfurt). Donde las dan las toman.

Los gallegos del Barça somos distintos a los catalanes del Barça, que solo disfrutan si ganan y juegan bien (Xavi dixit). Debe ser cuestión de los 1.000 kilómetros que separan Pasarón del Camp Nou. Si ganamos y jugamos mal (ya sea el Pontevedra o el Barcelona) pedimos unas nécoras y se nos pasa el cabreo. Ni con unas centollas superamos la humillación de ver a unos merengues alemanes asaltar el césped y las gradas del Camp Nou. Florentino expropió carnets en el 2-3 de Messi tras aquella diagonal de Sergi Roberto coreada por la grey blaugrana que asaltó el Bernabéu. Laporta, ya me estás tardando.