José Hidalgo

Las federaciones deportivas, ante la nueva Ley del Deporte

Han pasado nada menos que 32 años desde que se aprobó la última Ley del Deporte en España y estamos ya muy cerca de tener una nueva, necesaria para nuestro deporte dado lo mucho que ha cambiado a lo largo de tres décadas. Y digo necesaria, porque las federaciones hemos sido en estos 30 años el buzón de las demandas bien argumentadas de nuestros deportistas, de nuestros técnicos, de nuestros jueces y por supuesto, de nuestros clubes, que nos pedían trabajar con los estamentos gubernativos para construir juntos una nueva norma que se adecuara a las necesidades actuales de todos ellos. Y esta Ley precisamente recoge una imagen actualizada y moderna de las estructuras del deporte español, abordando también cuestiones que no tenían reflejo suficiente en el texto del siglo pasado: igualdad, diversidad, integración, protección medioambiental… Aspectos que las federaciones ya veníamos trabajando pero sin el abrigo de la norma.

Es bueno recordar que las entidades federativas somos las legítimas representantes de los clubes, de los deportistas y de tantos otros colectivos que nos conforman, y gracias a sus puntos de vista diversos estamos en posición de enriquecer el debate. Pues bien, todo este trabajo de análisis con nuestras colectividades a lo largo de los años ha pasado por las manos de cuatro secretarios de Estado para el Deporte (José Ramón Lete, María José Rienda, Irene Lozano y ahora José Manuel Franco) y sus equipos, con los que hemos debatido para llegar a este puerto de la nueva Ley que nuestro Parlamento someterá a votación.

*José Hidalgo es presidente de ADESP (Asociación del Deporte Español).

Cuatro años en los que también desde la Asociación del Deporte Español, ADESP, de forma leal, primero con el PP en el Gobierno y después con PSOE y Podemos, hemos presentado propuestas, debatido proyectos y repensado fórmulas que fueran del agrado de todos. Porque la idea ha sido siempre que la Ley naciera del consenso de los principales partidos políticos de nuestro arco parlamentario, de ahí que no sólo hayamos conversado con los partidos que alternan en el poder sino también con el resto de formaciones clave en la política nacional.

El presidente Pedro Sánchez, en un acto con olímpicos y paralímpicos.

¿Es la mejor Ley? Probablemente no, y lo decimos desde ADESP, la entidad que más alegaciones ha hecho a esta nueva norma, pero sirve para solucionar problemas endémicos o sobrevenidos del deporte español. La nueva Ley no se parece al reglamento proteccionista de federaciones que rige en otros países de nuestro entorno, y con el que nos habríamos encontrado más cómodos, pero al menos sigue considerando a las Federaciones Deportivas la piedra angular del sistema deportivo y ello porque, como es sabido, el modelo federativo sigue siendo el que ha servido para evolucionar el deporte español durante décadas, además del único posible en el contexto internacional.

La Ley también define el ámbito de las licencias deportivas, que en los últimos años se habían convertido en un quebradero de cabeza para todos los que estábamos implicados en ellas (clubes, deportistas, federaciones…), aclara de forma definitiva que los derechos audiovisuales son propiedad de las federaciones y por tanto los pueden comercializar libremente, y lo que es aún más importante: la nueva norma brinda al conjunto de colectivos que integran las federaciones deportivas españolas y a las propias federaciones, un sistema de arbitraje impartido por personas especializadas en la materia, con decisiones rápidas a problemas concretos que requieren de la inmediatez del hecho deportivo, y con costes acordes a las posibilidades de los colectivos.

¿Es una Ley que se anticipa al futuro? Posiblemente no, pero resuelve los problemas del pasado y nos pone en el siglo XXI. Por todo ello también, no podemos estar de acuerdo con las voces en ocasiones elitistas y poco representativas del verdadero ecosistema deportivo español, necesitamos una Ley jurídicamente garantista, por supuesto, y sobre todo, una Ley que resuelva las necesidades cotidianas de nuestros deportistas, técnicos y clubes. Hay que vivir el día a día de la gestión deportiva para entender que con esta nueva norma, el horizonte de nuestro futuro se torna más certero. Y en paralelo podremos seguir hablando del nuevo modelo del deporte español, pero hagamos una crítica constructiva, debatamos, hablemos, el deporte es un escenario de desafíos, de superación, y en este caso, todas las personas que trabajamos por el deporte debemos dar ejemplo y pedirlo para sacar adelante una Ley que nos permita seguir avanzando, que nos permita mejorar en el desarrollo deportivo de nuestro país.

El deporte es un entorno de valores y queremos demandar a todos, a los que critican, a los que no están de acuerdo, a los partidos políticos, en definitiva a todos los interlocutores, que trabajemos buscando consensos por mejorar la Ley y que nos valga a todos. En el horizonte nos esperan asuntos clave para continuar creciendo como una buena regulación en patrocinio deportivo que dote de herramientas a los clubes, a los deportistas, a los organizadores, a las federaciones... En fin, no estamos para perder esta oportunidad ni esperar otros 30 años.

 José Hidalgo es presidente de ADESP, la Asociación del Deporte Español.