Ancelotti, tú sí eres 'The Best'
Carlo Ancelotti ha conquistado al madridismo para los restos. No por ganar una Supercopa en Arabia, evidentemente, sino por haber logrado en solo cinco meses que la afición blanca aleje el escepticismo de sus exigentes mentes y, lo más importante, por haber recuperado el sentido del humor. Al final del curso pasado detecté entre la merengada mucha amargura, mucha mala leche y bastantes pocas ganas de disfrutar con su equipo. Y eso que compitió por Liga y Champions casi hasta el final. Pero noté entre los nuestros cierto hartazgo con algunas decisiones de Zidane (la de Vinicius se ha demostrado ahora) y bastante decepción por la determinación de Sergio Ramos, que desembocó en su marcha por no haber medido su errado órdago al club. Pero llegó Ancelotti para cerrar tantas heridas. Y lo ha logrado a lo grande. Carletto es adorable.
Sus vaciles dialécticos a ese Barça que se declara 'Campeón del Dominio' han resultado magistrales. Su sonrisa diáfana cuando recurrió a la fina ironía tras ganar la Supercopa afirmando que "hemos tenido demasiada posesión..." o su master class explicando el sábado el mérito que tiene saber jugar a la contra ante rivales que no te dan ni las buenas tardes serviría para alimentar la happy hour de un clínic selecto de entrenadores.
Y su empatía con el vestuario no tiene precio. Cuando Modric ganó el MVP de la final recibió al croata con un vacile de época: "¡Has fallado un pase en la segunda parte!". Luka, genio y figura, se abrazó a él como lo hace un hijo a su padre después de años sin verle. A Carlo lo adoran. En la jefatura, en el vestuario, en la grada... Ancelotti, eres 'The Best'.