El ADN del Real Madrid: ganar

Arabia otra vez. Ante el mejor Barça de los últimos años, el Madrid recurrió a su ADN innegociable, a su modelo infalible, a su estilo legendario: GANAR. En este equipo no se mira el porcentaje de la posesión, ni el juego de posición. Aquí se juega con orgullo de camiseta, con una capacidad admirable para sobreponerse a los contratiempos (gol de rebote de Luuk De Jong, gol de Ansu Fati que fuerza la prórroga...). La tropa de Ancelotti asume con naturalidad esos obstáculos que le aparecen por el camino y no cambia su discurso futbolístico. Bloque bajo, aquí te espero, campo libre, carrera diabólica, combinación de vértigo, tres o cuatro toques maravillosos y la explosión del gol como premio. Este Madrid supo noquear al mejor Barça de la era Xavi con tres puñaladas que llevaban la firma de Vinicius, Benzema y Valverde. Tres aguijonazos que dejaron a Pedri y Ansu Fati con la frustración de saber que la mejora de imagen no puede tapar la triste realidad culé: primer título perdido de la temporada, a 17 puntos en Liga de su verdugo de Riad, un partido durísimo en San Mamés la próxima semana en Copa y eliminatoria durísima ante el Nápoles para llevarse el triste consuelo de jugar la Europa League. Dice Laporta que el “Barça ha vuelto”. Pues con ese panorama que acabo de exponer creo que se conforma con poco...

Grande Vini. En el Rey Fahd el brasileño era el que se llevaba las mayores ovaciones cada vez que tocaba la pelota. Vini tiene magia, duende, carisma. Hace cosas diferentes y diferenciales. Y su matrimonio futbolístico con Benzema lleva camino de escribir páginas para la Historia. De hecho, un robo de balón de Karim a Busquets acabó en un pase a Vinicius que terminó con una definición brutal del carioca. Zurdazo tremebundo a la escuadra de Ter Stegen, que se quedó con el molde. Vini ya suma 15 goles en una temporada que le llevará a competir por el próximo Balón de Oro. Pero no me puedo olvidar de su socio Karim. Benzema acabó con un hombro dolorido y dignificando el escudo de capitán ayudando al equipo a sostener el 3-2 en la prórroga. Este futbolista se merece un homenaje sin esperar a que se retire. Mucho de lo bueno que está pasándole al Madrid del gran Carlo Ancelotti pasa por su dedicación y profesionalidad. Allez Karim!

El Pajarito. Valverde debió ser ciudadano de Arabia Saudí en otra vida. Solo le falta jugar con turbante cuando salta a los campos de este país. Lo mismo le da Yeda que Riad. Su gol en explosión, previa asistencia ingeniosa de Vini sin tocar la pelota, se convirtió en un ‘gol de oro’ que permite a Carletto soñar con su primer título de este magnífico revival que está diseñando. En el Rey Fahd se vio a más gente celebrando el triunfo blanco, dominando a la afición azulgrana. El Madrid sembró mucho entre 2014 y 2018. Las 13 Champions pesan mucho. Se llama prestigio. Y credibilidad.

Centenario feliz. No olviden que el Barcelona tiene 123 años de historia y nadie había sido capaz de derrotarle 100 veces. Pues ese hito lo alcanzó hoy el Madrid en Riad. Un centenario feliz. 100 a 96 en el parcial entre ambos. Y lo más importante, los blancos llevan cinco Clásicos seguidos ganando, sin ceder ni siquiera un empate. Y en los tres primeros estaba Messi en el campo. Hegemonía madridista en los Clásicos. Ya ni recuerdo la última vez que perdimos ante ellos. No es cambio de ciclo. Es el ciclo. Por eso en el Real Madrid nadie dirá “hemos vuelto”. El Madrid jamás se ha ido.