Ancelotti y su ‘alineación de memoria’
Dos goles de Vinicius, dos de Benzema, que hacen los números 300 y 301 de su carrera de blanco. El Madrid perfora por la izquierda y golpea por el centro y así se mantiene arriba en LaLiga y optimista ante lo que tenga que venir. Eso sí: el primer gol de anoche llegó de manera muy poco brillante, en una jugada que no es ni penaltito y que enfadó a los valencianistas. Pero para entonces ya estaba jugando el Madrid mejor que el Valencia, cuya estupenda salida se acabó a los 25 minutos. A partir de entonces dejó imagen de equipo inconstante y sobre todo débil en la defensa. Volvió del descanso pensando en el penalti, le cayó pronto el segundo y ahí se hundió.
Está bien armado este Madrid y es seguro, pero es difícil calcular cómo podría resolver una mala racha de lesiones. Salvo en las dos posiciones de la derecha, en cualquier otra pierde bastante cuando no juega el titular. Es curioso cómo en este tiempo ha vuelto a consolidarse una ‘alineación de memoria’ de las de tanto tiempo atrás, cuando los calendarios no eran tan apretados y no manejábamos el término rotaciones. Ancelotti la tiene, con una sola duda en la banda derecha, donde ni Asensio ni Rodrygo rompen, juegue el que juegue. Detrás, Carvajal es titular, pero Lucas le suple muy bien. En los demás puestos están los que son y son los que están.
Por su parte, el Barça de Xavi sigue en su difícil convalecencia. Ayer recuperó jugadores pero se le escapó el partido porque de nuevo se hundió al final. Esta vez contribuyó al derrumbe la segunda tarjeta de Gavi, pero en todo caso le viene faltando juego para defenderse con el balón. Sólo Busquets es centrocampista de control; Nico y Gavi, que le flanquearon ayer, son, como otros, más de ir y volver con energía que de manejar la pausa. Así que el gol de Luuk de Jong, que se está batiendo como un jabato mientras viene o no viene Ferran Torres, no bastó. El Barça tiene ahí cerca la frontera del cuarto puesto, pero no la pisa.