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Xavi y el optimismo

Si el Barça gana hoy al Sevilla se colocará en zona Champions. Y el fútbol es tan imprevisible que existe la posibilidad de que así sea a pesar de la cochambrosa campaña que está firmando. Hay pocos argumentos estrictamente futbolísticos para ser optimista y creer que se puede cerrar el año con una victoria en el Sánchez Pizjuán. Es una cuestión de fe y ahí sí que no manda nadie, pero conviene aterrizar de vez en cuando ni que sea para darse cuenta de que el Barça sólo ha ganado un encuentro lejos del Camp Nou y que la fortuna, que también es un factor, tuvo algo que ver en el triunfo en Villarreal. Eso por no hablar de que en el último partido ante el Elche las pasaron canutas y ganaron a falta de cinco minutos para el final. Y que después Xavi calificó el juego de su equipo como espectacular porque si todo es subjetivo, el fútbol lo es todavía más.

Es el mismo Xavi que afirmó que Dembélé puede ser el mejor del mundo en su posición en otro ataque agudo de optimismo, elevando la renovación del francés a cuestión de estado, justo antes de que Gavi y Nico solucionaran la papeleta, y que ahora está dispuesto incluso a organizar una recaudación de fondos para que el sevillano se quede en el Barça. En ganas al técnico no le supera nadie y ahora mismo es la única esperanza del club. Después de él, el desierto. No hay nadie, porque el sueño de Laporta de volver a fichar a Guardiola es imposible. Así que más les vale a los culés que se lo crean, que confíen, que le tengan toda la fe del mundo y se cuestionen pocas cosas. Y más le vale a Laporta que funcione.

Ampliar

La desmesura de Xavi en elogiar también a jugadores que están a años luz de su mejor momento, como Ter Stegen o De Jong, es comprensible porque los necesita ni que sea para hacer caja y poder fichar lo que él quiera, pero todos tenemos ojos en la cara y no cuela. El optimismo, cuando es exagerado, resulta al final una estrategia para negar la realidad. Y el Barça necesita aterrizar y comprender que la euforia tras ganar al Elche en el 85’, es su realidad.