NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Pedri, Alexia Putellas, Messi... el Barça

Joan Laporta lucía feliz en el patio de butacas del Théâtre du Châtelet de París. El Barça acaparó los principales premios del Balón de Oro, los Oscars del fútbol, en una especie de homenaje al hasta ayer único ganador español, Luis Suárez, a cuyo lado se sienta a partir de ahora Alexia Putellas, que completó con Pedri y Messi una noche muy barcelonista. Y casi podría decirse que esta fue la mejor noticia de todas. El fútbol femenino español ha hecho un larguísimo viaje desde la incomprensión y la burla a este presente feliz, con el Barça campeón de Champions y dos de sus jugadoras (Jennifer Hermoso fue segunda) encabezando el Balón de Oro.

El Barça apretó por el fútbol femenino desde los lejanísimos años de Montal, cuando un grupo de pioneras tocó a la puerta del club. Les dejaron llamarse Barcelona, usar el blaugrana y hasta les pusieron de entrenador al ilustrísimo Ramallets, recién retirado. Luego, poco a poco, aquel germen ha dado lugar a esta potencia, que engrandece el viejo prestigio del club. A la feliz noticia se unió la de Pedri, averiado estos meses por un abuso colectivo e inconsciente de su físico, pero ni estos meses sin jugar han borrado el recuerdo deslumbrante de su aparición, manejándose con soltura desde el primer día en un Barça confuso y en una Selección en desarrollo.

Y Messi. Hoy está en el PSG, pero no será por sus partidos en París por lo que lo haya ganado, sino por su inercia, adquirida en el Barça, por su nuevo Pichichi, y por la Copa América. Personalmente voté Benzema-Lewandowski-Messi después de mil dudas pero convencido por la excelencia del francés y su papel decisivo en la semifinal y final de la Nations League. Lamento, como el propio Messi, que el polaco perdiera su Balón de Oro el año pasado, en que la pandemia evaporó la elección, pero al mismo tiempo saludo el récord de Messi, elevado ya a siete, como un monumento al fútbol bien hecho, a la constancia y al propio Balón de Oro.