Marc Gasol juega con el corazón
Marc Gasol ha sido dos veces campeón del Mundo y otras tantas de Europa con la Selección, con la que también se ha colgado dos platas olímpicas; ha ganado el anillo de la NBA con los Toronto Raptors; ha dado el salto inicial de un All-Star con su hermano Pau; ha sido elegido el Mejor Defensor de la liga norteamericana, en puja con LeBron James; ha formado parte del Mejor Quinteto; ha conquistado una Liga con el Barcelona y una EuroCup con el Akasvayu; ha sido MVP de la ACB… Marc ha ganado casi todo lo que se puede ganar en el baloncesto, ha cumplido el sueño de cualquier jugador. Por esa razón, y aunque ya tiene 36 años, podría haber continuado su carrera en un equipo puntero del continente: el Virtus de Bolonia, que dirige Sergio Scariolo, y el Barça llamaron a su puerta. Podría incluso, si se lo hubiera propuesto, haber seguido algún año más en la NBA, donde ha militado 13 temporadas. Pero quizá por eso, porque ya lo ha probado todo, Marc ha preferido vestirse de corto para jugar en el club que fundó y que preside, el Básquet Girona, en la LEB Oro.
Marc cambiará las comodidades en los viajes de la NBA por los desplazamientos en autocar por España; los deslumbrantes pabellones americanos por los polideportivos municipales; los pulsos con estrellas mundiales por duelos con jugadores anónimos para el gran público… “Pero jugar en el Girona es lo que quería”, afirma Marc, unido a esta ciudad por “una relación emocional”, los dos años que compitió allí y que le catapultaron a Estados Unidos. Una decisión así puede resultar sorprendente, pero no lo es tanto en Marc, una persona solidaria, a quien ya se le vio, entre otras acciones, al rescate con Open Arms. Con un palmarés brillante, y la economía resuelta, el mediano de los Gasol se ha ganado el derecho a jugar donde quiera, a disfrutar a su manera, a competir con el corazón…