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Yo sí compro el partido ante el Mirandés del sábado

Creo que soy bastante crítico con el Real Valladolid y cuando no me gusta o no me convence lo que hacen jugadores o técnico, no me muerdo la lengua. De Lezama salí sintiendo vergüenza, algo que compartieron el centenar de aficionados que allí estuvieron y que a distancia seguro se transformó en cabreo, parecido a lo que se vivió después de perder en El Plantío. Está siendo una temporada difícil, más de lo que esperábamos a pesar de saber lo que es la Segunda demasiado bien. Pero esta vez todos creímos que el equipo era mejor, favorito y que podría hacer lo que el Espanyol o Mallorca la pasada campaña. Que el efecto rebote le lanzara a Primera sin pasar por el playoff y a las primera de cambio... y aún puede lograrlo si endereza el paso.

Todo este preámbulo me sirve para hablar del choque ante el Mirandés, ya que muchos han mostrado su lado negativo y yo me quiero agarrar a la imagen que vimos, en la primera mitad pero también en la segunda. Los 45 minutos iniciales fueron de notable tirando a sobresaliente, con un Valladolid dominador y mandón que supo jugar con imaginación, teniendo la pelota y marcado dos goles antes del descanso, algo que no había hecho en toda la campaña, además de otras oportunidades claras incluyendo un palo que pudieron hacer un marcador más abultado.

La segunda mitad también la compro, porque no pasé ni un momento de zozobra. Ya sé que hay quién piensa que la segunda parte fue mala y yo no estoy de acuerdo. Creo que el Pucela controló la situación y manejó el tempo sin pasar excesivos apuros; encima marcó el tercero y pudo hacer alguno más, otro balón al palo incluido. Claro que el Mirandés hizo un gol y se estiró un poco más, pero nunca vi peligrar el marcador. Esto no oculta que la deficiencia, el talón de Aquiles del equipo es la endeblez defensiva, algo que debe corregir para ser aún más fiable.

Por cierto y volviendo al partido ante el Amorebieta, sólo por un momento, por favor más rotaciones, no. Si son necesarias, vale, pero así porque sí... para los próximos partidos no quedará más remedio ya que las ventanas de selecciones vuelven a fastidiar a los equipos de Segunda. Es un desprecio por estos equipos que no se pare la competición. No le importa a nadie que dicha competición quede desvirtuada ya que habrá equipos que no tengan internacionales y se enfrenten a conjuntos que como el Valladolid pierden a cuatro piezas, tres de ellas básicas como son Plata, Weissman y El Yamiq... porque lo de Janko... Pacheta ha alzado la voz muchas veces con este tema, pero es el momento de que todos protestemos: los aficionados pagan por ver a sus equipos al completo y no por ver como tienen que jugar mermados por compromisos ajenos a su club... por bueno que sea que los jugadores acudan a la llamada de sus selecciones. Parar la Segunda como para la Primera y casi todas las ligas serias sería la solución, pero el problema está en que el sentido común es cada vez el menos común de los sentidos.