Necesitamos más 'vinis' y benzemas

El Bernabéu va a necesitar tiempo para volver a contemplar sus gradas abarrotadas con una afición entregada y entusiasta. Los 38.105 que acudieron al Madrid-Shakhtar son 'pata negra', hinchas que en buen número pagaron en torno a 100 euros por su entrada para ver a un modesto equipo ucraniano, en horario laboral (18:45) y con los primeros fríos del otoño madrileño. Mis compañeros de El Chiringuito decían que era una entrada muy pobre para todo un Madrid en Champions, pero estoy convencido de que en la primera quincena de diciembre todo cambiará con el Madrid-Inter (día 7) y el derbi con el Atleti del Cholo Simeone (12-D). Cuando hay cartel de nivel, la gente no busca excusas y da la cara.

El problema es que los 38.105 que sí acudieron con fe para ver el gol 1.000 del Madrid en la Copa de Europa (por cierto, Alfredo Relaño lo clavó en El Carrusel acertando el nombre de Karim pero, sobre todo, el minuto en el que marcaría, el 14') se fueron frustrados a casa por la falta de magia y de pasión guerrera de los suyos. Algunos se levantaron a las 7 de la mañana para coger un coche desde Lugo, Málaga, Cáceres, Murcia o Tarragona con la ilusión de ver una goleada y mucho espectáculo. Al final regresaron de madrugada a casa con unas migajas: el gol 1.000, la jugada coral y apoteósica del 2-1, las filigranas diabólicas de Vinicius y los paradones de Courtois. Poco bagaje para tanto esfuerzo. Por eso, la afición sueña con los fichajes de Mbappé y Haaland, incluso de Pogba, porque hacen falta más vinis y benzemas. Los dos son buenísimos, pero con eso no basta para soñar con la conquista de los grandes títulos. No quiero ver tanta butaca vacía nunca más...